El Desierto Tiene Un PropósitoMuestra

En el desierto Dios quita los ídolos

En el desierto Dios quita los ídolos para romper nuestra dependencia de ellos. ¿Qué es un ídolo? Un ídolo es cualquier cosa que pueda tomar el lugar de Dios en nuestras vidas, cualquier cosa en la que confiemos para recibir nuestra identidad, propósito, seguridad y gozo. Es cualquier cosa que pretenda darnos lo que solo Dios puede darnos. La idolatría puede ser sutil y encubierta. Cosas buenas y legítimas como la familia y el trabajo pueden convertirse en ídolos si permitimos que se conviertan en preocupaciones tan  extrema que justifiquen en nuestro razonamiento el requerir todo nuestro esfuerzo, tiempo y terminen desplazando a Dios.

Quedar sin trabajo es desesperante para todos. Pero por unas dos semanas recuerdo que inesperadamente todos en la casa quedamos desempleados. Sin embargo, sorprendentemente no falto la provisión de Dios a quien nos aferramos. Todos llegamos a la misma conclusión: “Nuestra provisión no depende de un salario sino de Dios”. 

En el 2019  quede sola en mi casa. Mi madre se fue al extranjero; papá vivía al otro lado de la ciudad, y mi hermano ya había formado su propia familia. Recuerdo que me refugie en los salmos y me llene mucho de Dios. Paso que comencé a sentir la compañía y amistad de Dios y esa se convirtió en la temporada más feliz de toda mi vida. Me di cuenta que es verdad que solo necesitamos a Dios para sentirnos plenos. 

Otra anécdota que vale contar es sobre mis crisis de identidad por varios ataques a mi personalidad reservada y rechazo de amigos. Dios ha traído sanidad a mi corazón al respecto. Él me amo, acepto y me dijo que no estaba mal ser diferente. Fue  allí cuando pude comenzar amarme a mí misma y sentirme bien aunque no tuviera a nadie que me aceptase. 

¿Por qué te cuento todo eso? Creo que el salmos 23 es uno de los más populares y memorizados, pero pienso que necesitamos una revelación más profunda del primer versículo: “Jehová es mi pastor, nada me faltará”. Aquí se nos habla de la suficiencia de Dios. En varias ocasiones dependemos de tantas cosas fuera de Dios que no nos percatamos hasta que una de ellas se derrumba y nuestra vida se vuelve un caos. Anhelo y oro que pueda vivir con esa convicción de que si tienes a Dios, no necesitas nada más.