Abrumada Por Mis Bendiciones (Parte 8)Muestra
¿A quién le entregas eso?
Nuestras situaciones y circunstancias abrumadoras a veces pueden ser más de lo que podemos manejar. Esperamos un rato, luego sucede una cosa más, y como un dominó fuera de lugar, todo se derrumba.
¿Qué hacemos ahora? ¿A quién buscamos? ¿Quién te ayudará? Si estás familiarizada con las Escrituras, tu mente sabe la respuesta correcta, pero ¿realmente cree que tu ayuda viene del Señor?
Mi reacción natural al caos y la confusión fue levantar inmediatamente el teléfono y llamar a una amiga para quejarme. Luego, cuando mi esposo entraba por la puerta después del trabajo, recibía la avalancha. (¡Menos mal que no había teléfonos móviles en esos días!)
Por lo general, la conversación terminaba con "Gracias, solo necesitaba desahogarme". Te has desahogado, y ahora tu amiga o tu esposo se quedan cargados con tu lucha y lo más posible es que no tengan una solución para ti. Ciertamente, es posible que no puedan cambiar tu situación.
La verdad es que hay Uno que sí puede. Nuestro Ayudador. Él desea que vayamos a Él. Él es la Respuesta, la Solución, el Camino y la Vida Abundante. Él está tranquilo en la tormenta y es descanso para los cansados. Podemos descargarnos sobre Él. Es lo suficientemente grande para manejar nuestras tribulaciones y, además, ya lo sabe. Nuestras circunstancias no le sorprenden.
Las Escrituras nos dan muchos ejemplos de personas que claman a Dios. David hizo esto en los Salmos. Jeremías gritó en Lamentaciones (el lamento es una expresión apasionada de dolor o tristeza; sollozar, llorar, clamar).
Ciertamente, necesitamos comunidad, amigos, una persona que se preocupe por nosotros. Pero nuestro corazón nunca estará completamente en paz hasta que primero clamemos a nuestro Padre, que es Paz.
¿No sería un final mucho mejor para la conversación con tu amiga o tu esposo: “Y luego clamé a Dios, y Él calmó mi corazón y resolvió todos mis temores. Solo tenía que compartir eso contigo “?
Oh Padre. ¡Así soy yo! Te pido que me perdones por correr hacia otros antes de buscarte. Sé que eres la respuesta. ¡Por favor ayuda a mi incredulidad! Sé que esto no será fácil, pero el llanto de mi corazón es la determinación para venir a Ti primero antes de compartir mi confusión con otro, trayendo disrupción y discordia a su día. Sé que la oportunidad se presentará, incluso hoy. Que mi mente esté enfocada en Ti, comenzando en este mismo momento.
Acerca de este Plan
Ánimo para madres, de una mamá que crió a sus 7 hijos y vivió para contarlo. Esta es la parte 8 de 12 devocionales en estas series por Robin Meadows. ¡Gracias Juanitta Fernández Pastor por esta traducción!
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Nos gustaría agradecer a Robin Meadows por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.instagram.com/manymeadows |