Corazón De DiscípuloMuestra

9. Atletas legítimos. 

De la misma manera, el deportista no puede recibir el premio, si no lucha de acuerdo con las reglas. (‭2 Timoteo‬ ‭2‬:‭5‬) 

Chris Mullin, un exjugador de la NBA de la época de los 80-90’s, conocido como uno de los mejores tiradores de la historia tanto de campo como desde la línea de tres puntos. Soy amante del baloncesto y su historia y quiero contarte un poco de esta que sé que será inspiradora. 

Regla clave del deporte, si no entrenas no juegas y si no juegas no obtienes el premio. A Chris le llamaban la daga, en otras palabras el hombre que no fallaba, y si te preguntas ¿qué hacía él que no hacían los demás? Entrenar más de lo normal.

Las reglas consistían en que todo tirador debía lanzar 1,000 tiros diarios para mantener el mismo ritmo, Chris lanzaba 1,500, y por lo tanto su efectividad se mantenía por encima de la de los demás, era imparable. Eso es dar la milla extra por lo que crees. 

¿Crees que todos los días se levantaba con el mismo ánimo? Claro que no, estoy seguro de que tenía días en los que ni el balón quería ver, pero no se trata de cómo te sientas, se trata de cumplir con las reglas. Todo el que ha logrado Grandes cosas en la vida es porque ha sabido vencer sus emociones, ponerse en pie y seguir luchando. 

¿Acaso te levantas cada día con ganas de ir al trabajo? No, pero lo haces a pesar de, de lo contrario te descuentan el salario o peor aún, te despiden. 

He tenido muchos días en los que NO quiero leer la Biblia, NO quiero orar, NO quiero ayunar, NO me quiero congregar, NO quiero predicar el evangelio y seguir adelante, pero lo sigo haciendo A PESAR DE ESO. ¿Qué crees que pasaría si cada vez que no quiero dejo de hacerlo? Sería un tramposo, atleta ilegítimo, engañándome a mí mismo y a los hombres pero no a Dios. 

Humanamente he querido dejar de hacer esto muchas veces y con muchas razones, pero la razón y la causa de Cristo siempre estarán por encima de todas las cosas. Eso es suficiente para seguir adelante a pesar de las críticas, las persecuciones, los procesos y demás. 

Como discípulos de Cristo tenemos que disciplinarnos y vivir de acuerdo a las reglas si queremos cumplir con la tarea que nos fue asignada. No será tan fácil, pero créeme que disfrutarás el viaje, abróchate el cinturón.