Corazón De DiscípuloMuestra
10. Aún no estamos en casa.
Todas esas personas murieron sin haber recibido las cosas que Dios había prometido; pero como tenían fe, las vieron de lejos, y las saludaron reconociéndose a sí mismos como extranjeros de paso por este mundo. (Hebreos 11:13 DHH).
Hoy, con mucho gozo y entusiasmo termino esta serie "Corazón de discípulo" y soy el primero en ser ministrado por Dios en cada devocional y cada serie que Él me permite escribir. Hoy quiero auto recordarme y recordarte a ti también como hijo(a) de Dios que aún no estamos en casa, este mundo no es nuestro hogar.
La Biblia dice: Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos. (Hebreos 11:1 DHH). De esta manera vivieron todos los grandes hombres y mujeres de Dios de quienes leemos en todo el Antiguo Testamento.
Esas personas creyeron en promesas que nunca vieron cumplidas físicamente, pero por la fe pudieron verlas de lejos espiritualmente. Pero, ¿de cuáles promesas estamos hablando? Nada más y nada menos que el Mesías anunciado desde Génesis 3:15 y una patria celestial prometida a todos aquellos que viven por fe, arraigados en la voluntad de Dios.
Dios dice que no se avergüenza de llamarse Dios de ellos porque vivieron por fe y no por lógica, creyendo que eran extranjeros en este mundo, anhelando una mejor patria, una celestial donde habitarán por toda la eternidad con el Prometido, el deseado de todas las naciones.
Hoy tú y yo vivimos bajo un pacto renovado y gozamos de una gran ventaja de la cual ellos no fueron partícipes, aunque tampoco hemos visto a Jesucristo cara a cara, somos su morada en la tierra, somos su templo, tu cuerpo y el mío es el templo vivo del Espíritu Santo, la tercera persona de Dios, ÓSEA Dios mismo, el Todopoderoso, El Alfa y la Omega habitando en algo tan simple como nuestros cuerpos.
Pero... de igual manera, así como ellos anhelaron lo prometido, nosotros también tenemos que anhelar y desear la Patria a la que por Gracia y solo por Gracia hoy pertenecemos. Tenemos que vernos como extranjeros y peregrinos en este mundo que solo están de paso cumpliendo con una misión, que aunque físicamente estemos aquí, espiritualmente estamos juntamente con Cristo sentados en los lugares celestiales a la diestra de Dios Padre.
Viviendo bajo esa fe y enfoque es imposible que nos desviemos. Es imposible que la misión de Dios en ti fracase cuando estás convencido de que aún no estás en casa.
Según las promesas de Dios esperamos cielos nuevos y tierra nueva en los cuales mora la justicia. Por tanto, oh amados, estando a la espera de estas cosas, procuren con empeño ser hallados en paz por él, sin mancha e irreprensibles. (2 Pedro 3:13-14 RV15)
Acerca de este Plan
Hola amigos, en este plan quiero enseñarte de parte de Dios lo que es tener un corazón de discípulo dispuesto a dar lo mejor de sí por Jesús. Estoy seguro de que si lees este plan con la perspectiva correcta tu vida de fe dará un giro.
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Nos gustaría agradecer a Atalayas del Reino por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/evangedwardtavarez/