El Logos, El Verbo, La PalabraMuestra

Meditando en la Palabra de Dios

Hoy, contamos con la enorme bendición de los medios de comunicación y las plataformas digitales como megáfonos que Dios usa para transmitir su mensaje de salvación a todos los confines de la tierra. 

En la época del Antiguo Testamento, los monarcas reinaban desde su trono, desde allí emitían los edictos, y los heraldos como mensajeros, iban por todo el mundo conocido proclamando la voluntad personal del Rey.

El Profeta Isaías nos dice que Dios como el Rey Supremo y Hacedor del Universo, envía su Palabra como heraldo de Su voluntad, la cual se lleva a cabo en todos los confines de la tierra:

“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.” (55 v 8-11)

Así como Dios usa su Palabra para crear, también la usa para sustentar todas las cosas. Si bien es cierto que a través de las leyes naturales Dios sostiene Su creación, a través de Su Palabra le da mantenimiento, Él esta presente y ejerce Su voluntad de forma directa, o porque sus leyes se cumplen de forma natural.

Dios se hace presente en Su creación como un buen Padre responsable, Él no se desentiende de quienes ama. Las escrituras aseguran que donde está el tesoro, está el corazón, y Su corazón está donde están Sus criaturas, Sus hijos, Sus siervos. 

Ahora, si quieres descubrir los tesoros más profundos de la Palabra y conocer lo que Dios piensa de ti, debes sumergirte en ella. La meditación Bíblica no es leer un pasaje de la Biblia y decir “Ah, bueno, me parece interesante” Y seguir adelante. Meditar es querer conocer los pensamientos de Dios, inquirir en los caminos del Señor.

Meditar es indagar, preguntar, inquirir, quedarnos en el texto, hasta que este por medio del Espíritu Santo nos entregue lo que Dios tiene para nosotros.

Recuerda, el aspecto más importante de tu vida es tu relación con Dios y en la medida en que inviertas más tiempo de calidad en la meditación de Su Palabra, más profunda será tu relación con Tu Padre Celestial quien lo creó todo, tiene todo poder, es Soberano y te ama de manera incondicional.