El Logos, El Verbo, La PalabraMuestra

Hablando acerca de las traducciones de la Biblia, Alan Platt, un Pastor y conferencista de talla internacional, dijo lo siguiente: “Toda la Biblia es acerca de Jesús, pero todo lo de Jesús es acerca de nosotros. El mensaje de la Biblia revela cómo Dios determinó y tuvo éxito en redimir su imagen y semejanza en el hombre. Cuando inclinamos nuestro oído a este mensaje encontramos la vida que fluye de Él (Jesucristo) y descubrimos la opinión favorable de Dios hacia la humanidad.” 

Inclinar nuestro oído al mensaje de Jesucristo no es otra cosa que valorar, apreciar y retener la cosa más sagrada, más santa que Dios le ha dado al hombre, Su Palabra. 

Jesucristo es el pensamiento de Dios, la voz audible de Dios, el Logos, el Verbo hecho carne que habitó entre nosotros, logró su misión redentora, ascendió al cielo, está sentado a la diestra de Dios el Padre y desde allí vendrá por segunda vez. Por su pueblo, su iglesia, sus hijos. Y por amor a nosotros envió al Espíritu Santo para guiarnos a toda verdad.

El instrumento por excelencia de Dios siempre ha sido la palabra. Jesús en Su ministerio salvífico, también fue la Palabra. El Espíritu Santo siempre ministra nuestra vida a través de Su Palabra.

La iglesia vive por la Palabra y al creyente se le ha dado el arma más poderosa del universo, la Palabra de Dios.

No hay traducciones de la Biblia perfectas, pero sí hay una palabra perfecta, Su Nombre es Jesucristo. Él está en el contexto de todas las Escrituras.

La premisa de las buenas noticias del Evangelio es que no se nos demanda luchar para obtener algo a través de nuestros propios logros, sino más bien en descubrir quiénes somos realmente gracias a nuestra identidad redimida en Cristo, tal como está revelado en las Escrituras, la Biblia. 

Descubre en las próximas reflexiones, cómo usar la Palabra para que cumpla el propósito por el cual fue enviada, agrade a Dios y edifique tu vida.