Ganando El Corazón De Dios Muestra

Día seis: Un corazón cambiado

Cuando fallamos, necesitamos ver que Dios todavía está obrando en el corazón de nuestra vida, invitándonos a su abundancia más extravagante. Dios te está invitando a que vayas con Él ahora. Quiere que vayas más allá de la fe domesticada en la que has estado atrapado y lo sigas. El camino de Jesús está mucho más allá y es mucho mejor que cualquier cosa que puedas imaginar por ti mismo.

Él es el Dios de treinta, sesenta, cien veces más cosecha de lo que siembras. Puedes preparar tu corazón: salga y camine con este Dios de abundancia. Tu corazón es tanto el medio por el cual recibes de Dios, como lo único que podría retenerte. El llamado de Jesús para ti es romper tu terreno sin arar. 

 

Necesitamos que Dios nos muestre las cosas para arar, las cosas para cambiar y dejar atrás. ¿Qué escuchas en el llamado de Jesús a negarte a ti mismo y tomar tu cruz? Jesús te está llamando a seguirlo y permitirle que rompa la tierra endurecida de tu corazón.

 

Tu corazón puede estar endurecido. La forma de excavar en el terreno duro y agrietado de ese corazón es a través de la obediencia radical. Para ti, la obediencia radical puede significar la salvación porque nunca has conocido a Dios. Para ti, Dios es un rumor, arremolinándose en algún lugar “allá afuera”, pero nunca te has arriesgado a responderle. Tal vez hayas tenido momentos en tu pasado en los que sentiste a Dios hablándote, pero lo has resistido. ¿Qué pasaría si corrieras el riesgo de responder a Dios ahora? 

Tal vez la obediencia puede significar tomar una acción desconocida porque has reducido a Dios a algo con lo que te sientes cómodo. Quizás hayas domesticado a Dios. ¿Qué pasaría si dejaras a un lado tus expectativas de comodidad o seguridad y dieras el paso para seguir a Dios? Su camino para ti podría llevar a: aceptar un trabajo que tenga un mayor impacto en el mundo, pero con menos ganancias financieras, servir a los forasteros en una parte desconocida de tu comunidad o asumir un desafío que Dios te presentó hace años que ha permanecido inactivo en tu corazón.

 

Reflexión: 

La fe deja de funcionar correctamente cuando buscamos en nosotros mismos o en los demás la forma de vivir en lugar de seguir a Dios. ¿Dónde te está llamando Dios para que corras con Él?

Oración: 

“Dios, estoy cansado de vagar por el duro suelo desierto de mi corazón. Miro hacia la cruz donde tengo paz contigo. Dame valor para seguirte. Amén.”