Ganando El Corazón De Dios Muestra

Día tres: Un corazón esperanzado

¿Tienes esperanzas de tener una mejor vida, familia o comunidad? Si el cambio es algo que nos encontramos esperando, debemos ser honestos y comprender que el cambio que queremos ver a nuestro alrededor solo ocurre cuando comienza dentro de nosotros. El primer paso para encontrar el camino de Dios para nuestra vida es enfrentar las realidades dentro de nuestro corazón.

Podemos pasar la mayor parte de nuestra vida sin enfrentar lo que está en nuestro corazón. Entonces, algún día, echamos un vistazo honesto a lo que realmente nos motiva y nos sentimos humillados al ver hacia dónde nos llevan realmente nuestras mejores intenciones, y que estamos tan lejos de donde realmente queremos estar.

En el libro de Lucas, la enseñanza de Jesús atrajo a cierto gobernante y a sus discípulos al punto en que sus corazones estaban en sus gargantas porque les hace ver cosas dentro de sí mismos que no sabían que estaban allí.  Jesús tiene estos increíbles momentos de “detener en seco" a las personas por una razón. Él quiere que escuchen, y que realmente se cimente en sus corazones, aquello que producirá un retorno de asombrosa abundancia en sus vidas.

 

¿Cómo crees que respondieron los discípulos cuando escucharon la clase de abundancia que Jesús prometió que recibirán? Es probable que al menos un par de sus discípulos se rieran entre dientes, ¡porque es risible! Y debería ser risible, porque esa es la clase de narrador que es Dios. Como escribe Frederick Buechner, “¿Es posible, me pregunto, decir que es sólo cuando escuchas el Evangelio como una broma maravillosa y salvaje que realmente lo escuchas?”

Así, cuando Jesús nos hace saber que nada es imposible para Dios, nos está hablando de una clase de vida abundante que ni siquiera podemos imaginar; está contando la misma comedia que Dios siempre ha estado contando. Quiere que nuestros corazones sean valientes. Pero para hacer eso, Él quiere cambiar los anhelos de nuestro corazón de los que podemos cumplir a los que solo Él puede realizar. Piense en sueños como estos, y luego permita que Dios dirija: el corazón de un niño puro y descansando en paz; un amor más profundo con un amigo o cónyuge; una forma en que su trabajo podría convertirse en más que un trabajo.

Reflexión: 

Dios quiere que encuentres y sigas tu camino hacia una nueva vida abundante. ¿Cómo puedes ver las “imposibles” buenas nuevas de Jesús en tu propia vida?

Oración: 

“Padre celestial, te amo, pero a veces me pierdo en mi propio entendimiento. ¿Me rescatarías ahora y me llevarías al lugar donde pueda ver el camino en el que me conduces? Amén.”