Ganando El Corazón De Dios Muestra

Día cuatro: Un corazón oscuro

Muchas personas creen en un Dios utilitario que da lo que uno merece. Se cosecha lo que se siembra. Pero el Dios de las Escrituras ha hecho todo lo posible para mostrar que con Él cosechamos mucho más de lo que sembramos. Esta verdad puede ser muy difícil de pasar de la cabeza al corazón. 

 

Consideremos la parábola del hijo pródigo de Jesús como un retrato familiar. El hijo mayor es sensato y muy trabajador; el hijo menor es aventurero e impulsivo; el padre está lleno de amor por ambos hijos. Al final de la historia, la única persona que se quedó afuera y se perdió la fiesta es el hermano mayor. Él nos muestra algo muy significativo sobre lo que podría alejarnos del abundante amor de Dios. Nos muestra el potencial destructivo y peligroso de la comparación con otros.

No todos aprecian la abundancia del padre. Apoyamos al hermano mayor cuando tratamos a Dios como si fuera una ecuación que debe sumarse a nuestra versión de la justicia. Pero Dios no es una ecuación mensurable. Dios es un ser lleno de misterio. El Espíritu de Dios sopla donde quiere, como el viento. Es un misterio más allá de una fórmula.

 

Sin embargo, a menudo seguimos insistiendo en inmovilizar a Dios y convertirlo en una fórmula mensurable que podemos controlar. Si quieres un dios sin misterio, encontrarás a Dios muy frustrante. Mire la reacción emocional del hermano mayor al regreso de su hermano, quien llega a casa sano y salvo. ¡Él está enfadado! Y aún más sorprendente, se niega a entrar para estar con su padre. Podemos ser como el hermano mayor, desanimados por sus formas de amor generoso. Conocer a Dios sin aceptar el misterio de su gracia puede crear el prejuicio de mantener a Dios a un brazo de distancia, pero el quiere atraerte a Él.

 

Esto es lo que nos mostró el hermano mayor. Vivía de tal manera que pensó que se había ganado la recompensa del padre. Demostró el valor de su existencia por lo que había hecho. Demostró que realmente no creía que necesitara la gracia. Se compara con su hermano menor y acusa al padre de ser injusto; esto muestra la oscuridad de su corazón. No entiende que al concentrarse en sí mismo y compararse con los demás, en realidad se está alejando de Dios. Las personas que más luchan con la comparación no pueden aceptar la abundante gracia de Dios.

Reflexión:

Dios ve las áreas de nuestro corazón que están más allá de nuestra propia vista. Con amor y gracia, quiere exponer las partes oscuras de nuestros corazones. Pídele que te ayude a ver lo que has estado escondiendo en la oscuridad. 

Oración: 

“Padre, ayúdame a evitar el peligro de la comparación y muéstrame el misterio de tu gracia. Amén.”