No Pierdas La EsperanzaMuestra

Recibe su paz y cree 

La historia de Ana nos cuenta que cuando ella terminó de orar, el profeta Elí se le acercó acusándola de estar borracha. La angustia de Ana era tan fuerte que las personas al verla llorando desconsoladamente habían pensado eso. 

En 1 Samuel 1:17-18, Ana le explica su situación al profeta Elí, y él le dice: “¡Ve en paz! Que el Dios de Israel te conceda lo que le has pedido”.

Desde ese momento, Ana comenzó a comer de nuevo y ya no estuvo triste. Porque esas tres palabras que Elí había hablado sobre ella impactaron su vida: “Vete en paz”. 

La palabra hebrea traducida como “paz” es Shalom, que significa seguridad, salud, prosperidad. Shalom significa ser completos. 

La paz que Ana recibió no sólo sanó su cuerpo físico, sino que también restauró su espíritu y su estado emocional. Ana experimentó la paz de Dios de manera nueva y fresca. Ella oró y recibió paz. 

Ten fe en que la paz de Dios te sostendrá en medio de tu problema, en medio de tu espera. 

Esa noche, cuando Ana regresó a su casa, Dios se acordó de ella. Se unió con su esposo y, luego de 9 meses dio a luz a un hijo. ¡Dios respondió a su petición! La historia continúa, y Ana, tal como se lo había prometido a Dios, le entregó su hijo, el hijo que él mismo le había dado. 

Pero la fidelidad de Ana no sólo impactó su vida, sino una nación. Nunca hubiese pensado que el hijo por el cual oró sería un profeta de Dios, un juez y un líder de la nación de Israel; el guía espiritual y mentor de los primeros grandes reyes de Israel.

A veces no entendemos por qué la respuesta no viene cuando queremos, sino en los tiempos de Dios. 

Aun cuando no sepas por qué, te animo a seguir plantado en la casa de Dios, a seguir adorándolo, incluso cuando sea difícil hacerlo. No dejes de derramar tu corazón con toda sinceridad, porque hoy quizás no lo entiendas, pero en el tiempo correcto de Dios, tu respuesta vendrá. 

¡Dios tiene lo mejor para tu vida! Él sabe mejor que tú lo que es mejor para ti, él conoce tu futuro, diseñó tu propósito y ve más allá. Dios nunca deja de trabajar detrás de escena. 

En el tiempo correcto, verás tu milagro. ¡No pierdas la esperanza!

Oración: Gracias, Señor, porque en ti puedo encontrar paz, y gracias porque tu paz va más allá de mis circunstancias; gracias porque nunca llegas tarde. Te pido que me des fuerzas para seguir creyendo, para que mi vida sea un testimonio de tu fidelidad. Ayúdame a no perder la esperanza. En el nombre de Jesús. Amén.