No Pierdas La EsperanzaMuestra

Plantado, florecerás 

En la lenta espera por su milagro, ¿qué hizo Ana? 

Una de las primeras cosas que pude observar con respecto a la actitud de Ana, es que ella permaneció plantada en la casa del Señor. 

Como podemos leer en 1 Samuel 1:3-7 Elcana iba al templo de Dios cada año, para estar en su presencia y adorarle. En ese tiempo las personas no iban a la iglesia cada domingo, sino que iban al templo cada año. 

Imagina lo difícil que sería para Ana ir a adorar a Dios cuando todavía no veía una respuesta a sus oraciones. Probablemente, para ella hubiese sido más fácil quedarse en casa, rendirse y decir “¿Para qué voy a ir al templo, si mi milagro todavía no ha llegado? ¿Para qué voy a perder el tiempo?”.

Pero no fue así. En medio de su dolor, Ana siguió siendo fiel, no permitió que la circunstancia que vivía la alejara de la casa de Dios. 

Cuando nos encontramos en una temporada de dolor, angustia y espera, no debemos darnos por vencidos. Si lo hacemos, sin darnos cuenta nos estaremos alejando del único lugar en el que podremos recibir ánimo y fuerzas para seguir adelante: la casa de Dios. 

Tu vida no fue diseñada para que la vivas solo. Dios te creó para crecer y florecer en comunidad. Es en la casa de Dios donde encontrarás a las personas correctas que puedan hablar palabras de vida a tu circunstancia. En su casa, encontrarás ánimo para seguir adelante. 

La palabra de Dios nos dice que “los justos florecerán como palmeras”.

¿Sabías que las palmeras florecen en medio del desierto? 

Si vives plantado en la casa de Dios, podrás florecer de la misma manera a pesar de los vientos, tormentas y situaciones difíciles. Nada podrá sacudirte. 

Salmos 84:10-11 dice: 

“Un solo día en tus atrios

¡es mejor que mil en cualquier otro lugar!

Prefiero ser un portero en la casa de mi Dios

que vivir la buena vida en la casa de los perversos.

Pues el Señor Dios es nuestro sol y nuestro escudo;

él nos da gracia y gloria.

El Señor no negará ningún bien

a quienes hacen lo que es correcto”.

¿Qué es lo correcto? Plantarnos en la casa de Dios. 

Hoy quiero desafiarte a que hagas el esfuerzo de permanecer y verás cómo Dios te llena de esperanza y ánimo. ¡La perseverancia lo es todo!

Oración: Señor, te pido que me ayudes a permanecer plantado en tu casa en cada temporada de mi vida. Ayúdame a conectar con las personas correctas que levantarán mis brazos en medio de la espera. Amén.