Cómo Ser Libre De La Ofensa Por Medio Del PerdónMuestra
Objetivo del perdón: restauración
"Encomiéndate a Dios de todo corazón, que muchas veces suele llover sus misericordias en el tiempo que están más secas las esperanzas." Miguel de Cervantes
Perdonar a alguien que nos hace daño ya es un tremendo desafío. Pero, ¿Hablarle de nuevo? ¿Ser su amigo (a)? ¿Trabajar con él (ella)? ¿Dirigirle la palabra? ¿Incluirle nuevamente en el equipo de trabajo?
Necesitamos entender que el modelo de Dios es restauración. Esto es volver las cosas al original. ¿Qué se restaura? Aquello que está dañado, envejecido, que ha perdido sus cualidades originales o no está cumpliendo la función para la que fue creado.
¿Qué se pierde por medio de la ofensa? Muchas cosas.
La paz y la quietud, por ejemplo. Quizás la alegría y el gozo. Pero es inevitable también que, dependiendo de la gravedad de la ofensa, perdamos o cortemos una relación saludable con alguien (amigo, familiar, colega, compañero, etc.)
¿Podemos volver a confiar en aquella persona que nos falló? ¿Podemos volver a relacionarnos con ese familiar del cual recibimos un golpe inesperado o inmerecido?
¿Podemos hacer borrón y cuenta nueva con esa persona que nos traicionó dramáticamente? ¿Podemos devolverle su anterior posición, sea en la familia, en el grupo o en el trabajo?
Con seguridad que habrá casos especiales en que la otra persona no reacciona favorablemente frente a la posibilidad de restaurar la relación perdida. Pero lo cierto es que debemos hacernos responsables de la parte que nos corresponde. Y el resto debemos dejárselo a Dios.
¿Por qué lo haríamos? ¿Por qué no quedarnos así nomás, cada uno por su lado, y no arriesgarnos por la restauración?
El modelo de Dios es perdón, es restauración, es "hacer las cosas nuevas".
Bajo esas premisas actúa con nosotros. Y cada vez que nos arrepentimos hace borrón y cuenta nueva. No se acuerda de nuestras ofensas una vez las perdona. Borra de nuestro currículum todo lo negativo y se relaciona con nosotros como si fuéramos personas sin prontuario alguno. Ese es el modelo de la restauración que, indudablemente, es posible cuando hay arrepentimiento genuino, cuando hay perdón de ambas partes, junto a una firme decisión de no volver sobre las mismas faltas.
¿Qué dice Dios sobre esto?
1. Mostramos realmente el potencial de Dios en nosotros cuando podemos realizar tareas de dimensiones divinas. Es decir, algo que para los hombres es imposible pero que para Dios es posible.
"Así brille la luz de ustedes delante de los hombres, para que vean sus buenas acciones y glorifiquen a su Padre que está en los cielos." (Mateo 5:16 NBLA)
2. Restaurar el corazón y restaurar una relación después de una ofensa, es una tarea que -en ocasiones- va más allá de nuestras fuerzas. Pero Dios provee lo necesario para lograrlo. "…pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán." (Isaías 40:31 RV60)
"Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble." (Zacarías 9:12 RV60)
Ore por el milagro de la restauración que Dios hace en personas y relaciones.
Entréguele esas relaciones dañadas y Él hará el milagro. ¡Créalo!
Escrituras
Acerca de este Plan
"Cómo ser libre de la ofensa por medio del perdón". Es un proceso de seis semanas con temas diarios para leer y meditar, junto con dinámicas personales y desafíos de ajuste y cambio. Convencidos de que la libertad es una herencia irrenunciable para todo hijo (a) de Dios, organizamos conceptos sencillos que apuntan a recuperarla, si nos la dejamos robar, o a mantenerla, si estamos en buenas condiciones.
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Nos gustaría agradecer a DISCIPULADORES21 por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite:https://www.intimidad-con-dios.com/