Cómo Ser Libre De La Ofensa Por Medio Del PerdónMuestra

Más propósitos: Enfrentar el orgullo

"Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes." Apóstol Santiago

Podríamos decir que el mayor problema de Dios con nosotros los seres humanos es que somos independientes y autosuficientes. Nos interesa andar por nuestra cuenta. Creemos que sabemos qué es lo mejor para nosotros. Por lo tanto, Dios también se toma el trabajo de promover algunos ajustes para ponernos en condiciones.

En medio de las circunstancias difíciles y de las personas difíciles, rechazamos y resistimos todo lo que nos está sucediendo. Inclusive rechazamos al enemigo, orando y reprendiéndolo. Pero, al parecer, la situación continúa y empeora. ¿Porqué?

Según Marcos de Souza, en su libro "Sanidad y Liberación de la Familia", no queremos ver que es Dios quien nos resiste: “Él está con su mano en nuestro pecho,  resistiendo nuestro orgullo."

Que personas nos resistan y se enfrenten con nosotros, es normal Que circunstancias se nos opongan, lo entendemos. Pero que Dios nos resista, eso es fuerte y difícil de digerir. El mismo autor señala que el mayor desafío que experimentamos es someternos a Él. ¿Qué significa esto?

"Someternos es la capacidad de enfrentar con humildad las pruebas, y relacionarse con el tratamiento de Dios (en ellas), Entendiendo su importancia y su propósito."

En este caso, estamos deteniéndonos en la verdad de que Dios usará la prueba, la herida y la ofensa para confrontar estructuras de orgullo que le impiden hacer lo que planea en y con nosotros

Precisamente, cuando nos encontramos heridos (sea que nos hayamos dado cuenta o no), en realidad -en la mayoría de los casos- quien sufre más es el "orgullo herido."

La injusticia, la ofensa o el dolor que nos causaron puede ser real, pero eso no quita que lo más herido que tenemos es nuestro orgullo.

Imagine esta situación simple: alguien le empuja en un juego y Ud. se lastima la rodilla. Ésta puede sanar en días, pero lo que no sana fácilmente es el orgullo lastimado por la vergüenza o humillación sufrida frente a los espectadores que se burlaron de Ud. mientras caía. ¡De eso se trata!

¿Qué dice Dios sobre esto?

1. El orgullo nos pone en el bando opuesto al de Dios. Pero la humildad abre las puertas a Su benevolencia, misericordia y gracia con nosotros.

"Pero Dios nos ayuda más con su bondad (gracia), pues la Escritura dice: Dios se opone a los orgullosos, pero trata con bondad (gracia) a los humildes." (Santiago 4:6 DHH)

2. A mayor nivel de humildad ante Dios, mayor sanidad y mayor honra de parte de Él. "Humíllense delante del Señor, y él los exaltará." (Santiago 4:10 NVI)

"¿Por qué no cesa mi dolor? ¿Por qué es incurable mi herida? ¿Por qué se resiste a sanar? ¿Serás para mí un torrente engañoso de aguas no confiables? Por eso, así dice el Señor: "Si te arrepientes, yo te restauraré y podrás servirme. Si evitas hablar en vano, y hablas lo que en verdad vale, tú serás mi portavoz…" (Jeremías 15:18-19 NVI)