Cómo Ser Libre De La Ofensa Por Medio Del PerdónMuestra

El perdón sano y restaura

"El perdón siempre contiene justicia. Aunque no sea justo." José Narosky

Así como la amargura nos desfigura y nos paraliza, el perdón es un bálsamo que sana y restaura. 

¿Qué restaura? 

Nuestra verdadera identidad: porque mientras el dolor está allí, creemos mentiras acerca de nosotros mismos y acerca de nuestro futuro. Pensamos que somos lo que no somos.

El corazón: es sanado cuando aceptamos las heridas y hacemos un compromiso con el perdón, a pesar de cualquier cosa. Al aceptar perdonar y aceptar sanar, el corazón es liberado. Lo uno viene detrás de lo otro.

Sueños y metas: porque las heridas y ofensas desgastan nuestra energía, ya sea en la "venganza" o en el "escape" o en la "victimitis". Y así se van años y oportunidades. Pero el perdón libera el corazón. Y en esas condiciones Dios impulsa nuevamente a la persona hacia Sus Planes buenos y perfectos.

El potencial personal: porque hay individuos que a causa de una herida del pasado viven en luto, con temores, con pobre autoestima o buscando satisfacer vacíos de modo inadecuado. Pero al perdonar, la persona es libre para hacer todo lo que Dios le llamó a hacer.

Las relaciones: Cuando nos ofendemos, nos aislamos. Si tenemos heridas enmascaradas, nos aislamos, aunque no nos demos cuenta de ello y lo tomemos como parte de nuestra manera de ser. Liberar el corazón, libera nuestro potencial para relacionarnos con los demás -que es el diseño de Dios -

Por otro lado, un corazón sanado busca la restauración y la restitución en las relaciones.

La visión correcta del mundo: Al perdonar, nos sacamos de encima algunas ideas equivocadas. "El amor de la luna de miel", donde somos perfectos y no fallamos ni nos fallan, es una fantasía. Somos imperfectos, seremos defraudados y defraudaremos a otros. Seremos heridos y heriremos. Pero, a pesar de eso, es posible seguir confiando en las personas y no apartarnos de ellas.

Dejemos de colocar sobre los hombros de personas imperfectas, como nosotros, la responsabilidad de satisfacer nuestras necesidades y llenar nuestros vacíos. Así seremos menos propensos a ser ofendidos.

Restauración es volver al original, es componer aquello que está deteriorado. Esto es lo que más necesitamos. Así que dejemos el dolor en el camino y miremos hacia el futuro con esperanza. ¡Podemos ser restaurados!

¿Qué dice Dios sobre esto?

1. La verdadera restauración demanda la intervención de Dios. Él tiene el potencial de sanarnos y recuperarnos.

"He visto sus caminos; pero le sanaré, y le pastorearé, y le daré consuelo a él y a sus enlutados; produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová; y lo sanaré." (Isaías 57:18-19 RV60)

2. Debemos reconocer que hay asuntos que sólo Dios puede resolver. Por lo tanto, necesitamos aceptar su opinión sobre nosotros y nuestro estado.

"Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra." (2 Crónicas 7:14 RV60)

Ore este pasaje bíblico aplicándolo a su situación:

"He visto sus caminos; pero le sanaré, y le pastorearé, y le daré consuelo a él y a sus enlutados; produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová; y lo sanaré." (Isaías 57:18-19 RV60