¡No me parchó, nací de nuevo!Muestra
SANIDAD INTERIOR
Algunos creyentes han crecido con el concepto de que la obra redentora de Cristo es suficiente solo para perdonar los pecados y han olvidado que este pago también incluye salvación, liberación, sanidad interior y física.
“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor” (Lucas 4:18-19).
¿Qué es sanidad interior?
Es un proceso que está sumamente ligado a las heridas y traumas del pasado, vicios, estados de ánimo fluctuantes, ataduras sexuales, etc., que solo pueden ser sanadas gracias al nuevo nacimiento (espíritu) y a la regeneración y renovación de nuestra mente (alma) por medio de la palabra de Dios y del Espíritu Santo. Esto no quiere decir que se acabarán nuestros problemas o que el procedimiento será parecido a una sesión de terapia psicológica, sino más bien que esto actúa como un medio para aprender a desarrollar nuestra fe al apropiarnos verdaderamente de la obra completa de Jesús en la cruz y poder andar en perfecta libertad.
“De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es…” (2 Corintios 5:17). ¡Ojo con esto! La fianza por nuestra libertad no fue parcial, sino completa. Hemos sido comprados a precio de sangre por lo que a través de su sacrificio nos hizo reyes y sacerdotes para Dios.
En estos tiempos se ha manoseado tanto el título de “cristiano” que parecemos haber olvidado cuál es la esperanza a la que hemos sido llamados. No podemos autodenominarnos como la “luz y la sal de la tierra” si seguimos nadando en las profundidades de las tinieblas, aún presos del pasado y para colmo de brazos cruzados esperando que alguien haga algo por nosotros cuando evidentemente somos los necesitados.
Amados hermanos, no hemos sido llamados al conformismo ni mucho menos a vivir de remiendos esperando vanamente ser llenados por vino nuevo. Nadie en su sano juicio vierte vino nuevo en odres viejos. Por tanto, si queremos ir al cielo, ser llamados hijos de Dios y que el Espíritu Santo viva en nosotros, es necesario que te preguntes una y otra vez:
¿Ya nací de nuevo?
Espero que este plan haya llegado a tu corazón y si tienes algún testimonio para compartirlo conmigo puedes escribirme a mi perfil en Instagram: @angie.sevillano
Acerca de este Plan
Algunos creyentes han crecido con el concepto de que la obra redentora de Cristo es suficiente solo para perdonar pecados y han olvidado que también incluye salvación, liberación, sanidad interior y física (espíritu, alma y cuerpo). Si todavía no andas en perfecta libertad es porque no te has apropiado de la fianza que se pagó en la cruz. La pregunta es: ¿Has sido solo parchado o realmente naciste de nuevo?
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Nos gustaría agradecer a Angie Sevillano por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/angie.sevillano/ |