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¡No me parchó, nací de nuevo!

DÍA 4 DE 5

CUERPO

En estos días hemos estado estudiando sobre una transformación que viene desde adentro hacia afuera, por lo que hoy veremos qué nos dicen las escrituras acerca del cuerpo.

“Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil” (Mateo 26:41 NVI).

De acuerdo con Mateo esta tercera parte del ser humano corresponde al asiento de los deseos y las pasiones naturales, además de ser el vehículo o el medio que usan el espíritu y el alma para proyectarse hacia el mundo físico. En otras palabras, el hombre es un espíritu que tiene un alma y que vive dentro de un cuerpo.

¿Qué se podría esperar de un cuerpo con un alma (mente) que todavía no ha sido renovada?

Nada más y nada menos que las obras de la carne: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, borracheras, orgías y cosas semejantes. La palabra dice que quienes las practican no heredarán el reino de Dios (Gálatas 5:19-21).

Ahora bien, para quienes ya han experimentado el nuevo nacimiento (y si todavía no lo has hecho te animo a leer nuevamente el segundo día de este plan) deben saber que ya no se pertenecen a ustedes mismos. Angie, ¿estás segura de lo que dices? ¡Por supuesto! Cuando Cristo pagó el precio del pecado en la cruz del calvario nos redimió, ¿qué significa esto? Nos compró de vuelta. Esto quiere decir que al librarnos del pecado original pasamos a un nuevo dueño legal: Cristo. Es por eso que nos manda a tomar nuestra cruz y seguirlo, es decir negarnos a nuestros placeres, deseos y sueños, e inclusive estar dispuestos a perder la vida porque Él lo vale más que todo (Mateo 16:24-25).

Esto sin duda contradice y desenmascara el evangelio humanista que se está predicando en tantos lugares donde se presenta a un “dios” que promete hacerte próspero y llenarte de regalos, olvidando que bajo esa misma modalidad trabajó el diablo cuando le prometió a Jesús todos los reinos de la tierra si postrado lo adoraba.

¿Quieres experimentar un cambio en tu vida espiritual?

Es necesario que sepas que sin muerte no hay resurrección. Ahora es su voluntad y no la nuestra, ya no es nuestro cuerpo, sino templo del Espíritu Santo, no nuestros deleites sino la expansión de su reino. 

Cristo es el mejor amo que podríamos tener, pues su gracia y amor nos invade de gozo. Por tanto, al que encontró como esclavo ahora es libre y el que fue llamado libre ahora es esclavo de Cristo por amor (1 Corintios 7:22).


Un abrazo fraterno,

Angie Sevillano.

Día 3Día 5

Acerca de este Plan

¡No me parchó, nací de nuevo!

Algunos creyentes han crecido con el concepto de que la obra redentora de Cristo es suficiente solo para perdonar pecados y han olvidado que también incluye salvación, liberación, sanidad interior y física (espíritu, alma y cuerpo). Si todavía no andas en perfecta libertad es porque no te has apropiado de la fianza que se pagó en la cruz. La pregunta es: ¿Has sido solo parchado o realmente naciste de nuevo?

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Nos gustaría agradecer a Angie Sevillano por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/angie.sevillano/