¡No me parchó, nací de nuevo!Muestra
MENTE
Desde mi profesión que es la psicología esta es nuestra área de especial desempeño porque justamente aquí es donde se desarrollan los pensamientos, la conciencia, la percepción, la capacidad de elección, la imaginación, etc., de un ser humano. Sin embargo; como creyente también sé que este es el campo de batalla por excelencia que el enemigo usa para tratar de controlarnos.
¿Y qué podemos hacer ante esto?
Bueno, en el sistema del mundo del que formábamos parte antes de venir a Cristo nos ha cargado de un sinnúmero de patrones, ideologías, argumentos y hasta formas de pensar muy diferentes y contrarias a la voluntad de Dios, por lo que es más que necesario que renovemos nuestra mente. ¿Cómo? Por medio de la palabra de Dios, leyéndola y meditándola.
Por ponerte un ejemplo, puedo comparar a la tentación como lo que en psicopatología llamamos “pensamientos rumiantes” porque es una idea que te da vueltas y vueltas en tu cabeza y no puedes pararla a menos que desarrolles estrategias para lograrlo.
Pablo nos compara como soldados, ¿y cuál es el fuerte de estos? ¡La organización de su milicia! Puesto que por medio del entrenamiento y adiestramiento de sus armas podrán vencer al territorio enemigo. Y esto no dista de nuestra realidad, ya que también nos han sido entregadas armas con una fuerza y efectividad aún mayores, por ser espirituales.
Con base en lo anterior, la etimología de “renovar” se compone de dos vocablos: “Re” que quiere decir “hacia atrás” y “Novar” que significa “nuevo”. Esto quiere decir que renovar implica "volver a hacer algo de nuevo", como si de barro se tratase. Recordemos que somos vasijas en las manos de nuestro Alfarero.
Si reconoces que necesitas una renovación para tu mente es necesario que rindas tu voluntad y emociones para que el Espíritu Santo tome dominio y control de tu vida y pueda hacer de ti un ser nuevo.
Un abrazo fraterno,
Angie Sevillano.
Acerca de este Plan
Algunos creyentes han crecido con el concepto de que la obra redentora de Cristo es suficiente solo para perdonar pecados y han olvidado que también incluye salvación, liberación, sanidad interior y física (espíritu, alma y cuerpo). Si todavía no andas en perfecta libertad es porque no te has apropiado de la fianza que se pagó en la cruz. La pregunta es: ¿Has sido solo parchado o realmente naciste de nuevo?
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Nos gustaría agradecer a Angie Sevillano por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/angie.sevillano/ |