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Pedir, Recibir, AgradecerMuestra

Pedir, Recibir, Agradecer

DÍA 3 DE 7

Dia 03 - A menudo no recibimos, porque no pedimos o pedimos mal.


Reflexiones: 

Lee Santiago 4:3 y Marcos 11:24-26 y toma un momento para responder las siguientes preguntas 

 ➤     Que nos revelan estos textos con respecto a la manera de pedir?

 ➤     ¿Por qué es tan importante perdonar, si queremos recibir respuestas?


Contenido:

La declaración anterior puede parecer simplista y hacernos creer que hay una forma o método estándar para ser respondidos, lo que esta lejos de ser el caso… Sin embargo, hay principios fundamentales que se deben respetar para garantizar que vivamos la realidad de lo que Jesús nos promete “Todo lo que pidan en mi nombre, yo lo hare” (Juan 14:13)

Probablemente haya escuchado la expresión “solo pida” en circunstancias en las que todo lo que tenia que hacer era atreverse a pedir. Personalmente una de las cosas que me divierte es negociar los precios y esto incluso frente a estructuras oficiales como tiendas, cadenas de hoteles, etc. Lo que descubrí es que a menudo, si lo hacemos de una manera divertida y agradable obtenemos un descuento.

Yo me acuerdo de haber comprado un reloj de cierto valor en una boutique elegante: obtuve una reducción porque me atreví a pedirla. Hay un principio bíblico que se aplica no solamente a la oración, sino en todas las situaciones y es:” Pida y se le dará” (Juan 16:24). Con Dios, hay cosas que obtenemos sin haberlas pedido y hay muchas otras que no tendremos nunca, si no las pedimos. 

No olvidemos nunca que Dios nos dio ya TODO y que TODO esta a nuestra en los cielos, porque tenemos TODO en Cristo (Colosenses 2:10). Lo que significa que, si no vivimos la plenitud del Reino de3 Dios en nuestras vidas aquí y ahora, es que todavía tenemos que hacer ajustes.  Y saber cómo pedir es parte de eso. Algún día, nos encontraremos en la eternidad y sabemos todo perfectamente, así que veremos todas las cosas que Dios había puesto a nuestra disposición y que no nos atrevimos ni pensamos en pedirle. Yo deseo que nos perdamos la menor cantidad de cosas posibles.

Quizás ya hayas orado y te hayas sorprendido de lo que estuvieras pidiendo a Dios: algo que parece loco, difícil, incluso imposible…Por lo general, fue el Espíritu Santo quien nos insto a pedirle a Dios que formulara lo que de hecho ya había sido preparado de antemano para nosotros. 

Saber pedir, es simplemente estar de acuerdo con Dios en esta abundante reserva que tiene para nosotros y que desea repartir a través de nosotros. Porque recibir es comprometerse a dar para hacer el bien cuando nos corresponda. Así que participemos de Su abundancia y no nos privemos de todo lo que Él quiera darnos.

Demasiados cristianos tienden a quejarse de no tener esto o aquello, en lugar de vivir contentos y orar con fe. Esto los lleva a adoptar una actitud de o negociadores en la oración. O están celosos de aquellos que triunfan y en lugar de regocijarse por el hecho de que otros viven con Dios, comienzan a desarrollar amargura y resentimiento…Hay un aspecto primordial en la oración, es la disposición de nuestro corazón. No pedimos por nosotros mismos, sino para glorificar a Dios y servirlo de la mejor manera.

Muchos cristianos no recibieron, ya sea porque no se atrevieron a pedirle a Dios o porque no podían perseverar sin compromiso hasta ver un resultado. Por ejemplo, me gusta decir que Dios desea sanar todas las enfermedades, que ya lo hizo (1 Pedro 2:24) sin excepción. La sanidad es uno de los logros de la cruz y querer dejarla a un lado es abrir una puerta a todo tipo de mentiras, como que El no puede perdonar todo… ¿Porque si no sana a todos los enfermos, como puede perdonar todos los pecados cuando el perdón y la salud total se obtienen de la cruz? Además, todos los que vinieron a Jesús, para ser sanados durante su ministerio terrenal fueron sanados sin excepción. Por otro lado, me doy cuenta de que esto no está lejos de ser el caso de hoy, cuando oramos por los enfermos. Sin embargo, se trata de creer lo que Dios dice y no lo que vemos, lo que nos empuja a orar por los enfermos hasta que sean sanados. 

Se trata de orar y permanecer firmes de acuerdo con lo que Dios dice y no acuerdo con lo que podemos vivir. Y esto es lo que dice Santiago aquí cuando habla del hecho de que pedimos mal: este es el caso cuando apuntamos sobre todo a satisfacer nuestras pasiones o cuando nuestras motivaciones no son correctas. Necesitamos aprender que cuando nuestras oraciones se basan en las necesidades del reino, tarde o temprano serán respondidas, mientras que, si oramos por nuestro propio reino, por nuestro bienestar con el “yo” como motivación, es probable que no seamos respondidos. Mantenga siempre las motivaciones correctas.


Mi decisión

Lo que comprendí para mi vida personal :

Lo que decido para mi vida, con lo que acabo de aprender :

Lo que tú decides hoy, determina quien serás mañana :


Del libro "un disciple en marche" copyright 2018 de Luc Favre, publicado por Vie Victorieuse. Todos los derechos reservados.

Día 2Día 4

Acerca de este Plan

Pedir, Recibir, Agradecer

Orar no es un acto religioso, es un estilo de vida real ... el de nuestra relación íntima con Dios. Este plan te animará en tu caminar con Dios y liberará en ti una verdadera dimensión de fe.

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Nos gustaría agradecer a Luc Favre por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite:  http://www.vievictorieuse.org