En El PrincipioMuestra

Semana 2 - Día 2

Lectura: Génesis 2: 1-3; Éxodo 20: 8-11; San Marcos 2:27

DEVOCIONAL: Éxodo 20:11

“Porque en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en el séptimo día. Por tanto, el SEÑOR bendijo el día de reposo y lo santificó.”

 

Dios no necesitaba descansar el séptimo día; Él no descansó porque estaba cansado. Pero descansó para establecer un patrón de descanso en la creación. Dios podía haber hecho que la semana durara seis días, pero en cambio, agregó un día final: un día de descanso. Dios incluyó un día de descanso en el patrón del tiempo.

Años más tarde, después de que Dios eligió a la nación de Israel para ser Su pueblo, después de que Dios los liberó de la esclavitud en Egipto, después de que Dios les proveyó en el desierto, les dio a los israelitas los Diez Mandamientos. Estos mandamientos estaban destinados a separar al pueblo de Dios de otras naciones. Si bien nueve de los mandatos se aplican a todas las personas, uno de ellos era un mandato nuevo y específico para la nación de Israel.

Dios ordenó a los israelitas que apartaran el séptimo día de la semana como santo. El sábado era un símbolo del pacto de Dios con Su pueblo elegido. Si bien todas las naciones a su alrededor continuaban trabajando, el pueblo de Dios se mantenía apartado cuando honraba el día de reposo.

Hoy, ya no estamos bajo la ley del Antiguo Testamento, y el día de reposo no es un requisito para nosotras como cristianas. Sin embargo, ¡la práctica del día de reposo es algo que tenemos el privilegio de ejercer! Podemos descansar en la obra completa de Dios, no solo en la creación, sino en la redención del pecado. Jesús ha completado toda la obra de redimirnos. Podemos descansar en Su obra completa.

La práctica del día de reposo es nuestro recordatorio de que el diseño de Dios para nosotras es que tengamos un descanso en nuestras vidas. Es un patrón que podemos practicar ahora para honrar a Dios, honrar la forma en que Él creó la tierra y para cuidar de nuestro cuerpo, familia y comunidades. Tenemos la oportunidad de compartir el patrón de descanso de Dios con el mundo cuando nos tomamos un día para dejar nuestro trabajo y nuestro esfuerzo para celebrar y adorar a Dios.

 

Oración

Señor, eres bueno. Creaste un día de descanso para mi beneficio. ¡Ayúdame a guardarlo, no por legalismo, sino con gozo! Has completado todo el trabajo que era necesario hacerse. Ayúdame a descansar y tener confianza en Tu obra completa en la creación y la redención. Amén.