En El PrincipioMuestra

Semana 2 - Día 5 

Lectura: Génesis 2:15-17; Salmo 19:7-11

DEVOCIONAL: Salmo 19:7-8

“La ley del SEÑOR es perfecta y preserva la vida. Las reglas establecidas por el SEÑOR son confiables e imparten sabiduría a los inexpertos. Los preceptos del SEÑOR son justos y alegran a uno. Los mandamientos del Señor son puros y dan perspicacia para la vida.”

 

Cuando Dios creó el huerto, plantó dos árboles importantes: el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal. (Esta es la primera referencia que el escritor del Génesis hizo al bien y al mal.) La ubicación de los árboles en el huerto preparó el escenario para lo que estaba por venir, la lucha continua y la elección del hombre y su descendencia entre el bien y el mal.

Cuando Dios puso al hombre en el huerto para cuidarlo y mantenerlo, le dio instrucciones específicas. Le ordenó que no comiera del árbol del conocimiento del bien y del mal. Dios sabía que si el hombre comía de ese árbol, moriría. La idea de muerte introducida en esta ordenanza era más que una muerte física, aunque también estaba incluida. La muerte que le ocurriría al hombre si comía del árbol era una separación o apartamiento de Dios, provocando un cambio dramático en su relación con su Creador.

La orden de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal es el primer mandamiento que Dios le dio a la humanidad. De la misma manera que todos los aspectos de la creación fueron diseñados con un propósito y una intención, Dios tenía una intención con Su mandato para el hombre. Dios sabía lo que sucedería si el hombre comía del árbol, así que Dios le dijo al hombre que no comiera de él.

El primer mandamiento de Dios al hombre fue bueno. Estaba destinado a preservar la vida del hombre. Todos los mandamientos de Dios están destinados a hacer esto. Todos los mandamientos de Dios preservan nuestras vidas, nos dan sabiduría y alegran. Tienen un gran valor y propósito, y al seguirlos encontramos guía y bendición. Si bien es fácil ver cómo este primer mandamiento de Dios fue correcto, no siempre es tan fácil ver cómo todos los mandamientos de Dios son correctos. Cuando mantenemos nuestros corazones fijos en Él, encontramos sabiduría en Sus mandamientos y gozo y vida al guardarlos.

 

Oración

Padre Dios, Tu ley es perfecta. Tu ley preserva mi vida. Puedo confiar en Tu instrucción y obtener sabiduría de Tus mandamientos. Creo que Tus palabras son más valiosas que el oro. Ayúdame a desear Tu camino por encima del mío. Amén.