Jesús: Nombre Sobre Todo Nombre Muestra

Jesús sobre la enfermedad 

Jesús aprovechó todas las ocasiones para manifestar Sus convicciones. Cuando veía algo que le molestaba, Él no tenía miedo de expresar lo que sentía y pensaba. Cuando vio en lo que se había convertido el templo, volcó las mesas y manifestó de forma explícita que la casa de Su padre debía ser conocida como una casa de oración. Inmediatamente después de este suceso se acercaron personas enfermas y Él las sanó. Ni el enojo que acababa de experimentar evitó que se manifestara Su poder para sanar.
 

Nuestras emociones jamás podrán evitar que el poder de Dios se manifieste a nuestro favor. Después de recibir una mala noticia por parte del doctor, por ejemplo, nuestros pensamientos y emociones pueden confundirnos, pero es en ese momento en donde nuestras convicciones deben sostenernos. Nuestro cuerpo puede sentirse enfermo, nuestras emociones confundidas y nuestros pensamientos nublados, pero nada de eso debe evitar que mantengamos nuestra fe firme en Jesús, nuestro sanador. Si creemos que Él venció la enfermedad en la cruz podemos recibir nuestro milagro de sanidad.