Un viaje a través de Lucas y HechosMuestra

Jesús enseña a sus seguidores a no caer en la hipocresía de los líderes religiosos. Hablan del amor de Dios, pero abandonan a los pobres. Tienen mucho conocimiento, pero solo lo usan para recibir elogios. Jesús no tolera este estilo de vida falso y enseña que Dios lo ve todo y hará que la humanidad rinda cuentas al respecto. Esto tanto una advertencia como un estímulo. Es una advertencia porque la codicia y los chismes no permanecerán en secreto. Los hipócritas serán descubiertos. La verdad será revelada y el mal algún día será corregido. Pero también es un estímulo porque Dios no solo ve el mal que comete la humanidad, sino también el bien. Él observa las necesidades de la humanidad y cuida generosamente de su creación. Cuando los seguidores de Jesús buscan y dan prioridad al Reino de Dios, Jesús les asegura que recibirán tesoros eternos y todo lo que necesitan para la vida en la tierra. Por supuesto, esto no significa que la vida será fácil. De hecho, Jesús reconoce que sus seguidores sufrirán. Pero promete que los que se enfrenten al sufrimiento se encontrarán con Dios, y los que den su vida para honrar su nombre serán honrados ante los ángeles. Por este motivo, Jesús anima a sus seguidores a confiar en la provisión de Dios y les advierte sobre los peligros de la hipocresía. Jesús anhela que todos reciban sus palabras, pero muchos las rechazan.