Día 6: NO ESTÁ DE MÁS PEDIR AYUDA

El Señor utiliza a mi estilista, Fanny, de muchas maneras. En el día de ayer pude escuchar la voz de Dios que me decía ve donde Fanny. Dios me habló a través de ella porque aunque no me había dado cuenta, necesitaba ayuda. El Espíritu Santo me ministró a través de ella y me comprender que a veces necesitamos la ayuda de alguien más maduro espiritualmente y para que te ayude a ver lo que Dios quiere que tu veas.

Yo no había pedido explícitamente ayuda, pero Dios sabía que la necesitaba y puso en mi corazón a dónde ir para hablar con una embajadora de Él en esta tierra.

Cuando Pedro tuvo miedo cuando vio que podía caminar en las aguas junto a Jesús, y vio los vientos contrarios y la tormenta y empezó a hundirse. Así mismo yo también tuve miedo de lo que Dios podría decirme a través de ella y que reacción yo podía tener al escucharla.

-Para David poder derribar a Goliat no le era suficiente su fuerza. Primero, necesitaba contar con la compañía y fuerza de Dios para derribarlo.

-Cuando José le reveló el sueño del rey (así como lo hizo con el copero y el panadero) necesitó la revelación de Dios para poder hacerlo.

-Cuando Jacob acostó su cabeza para ir al lugar destinado, Dios le dijo que Él era el Dios de Abraham y de Isaac y de sus futuros descendientes a quienes iba a dar la tierra donde estaba acostado.

Hoy Dios te dice, si te he permitido llegar hasta este día es porque estoy contigo, te acompañaré y te sustentaré y cuando sientas que vas a caer o desmayar Él estará ahí todo tiempo.

El ayuno del día de hoy tiene como propósito pedir fuerzas para cerrar brechas pero quizás no cuentes con la madurez suficiente por lo que PIDE AYUDA, LA NECESITAS. Pídele al Señor que te indique la dirección a donde debes dirigirte, a la persona correcta que debes acudir.

Te invito a orar de la siguiente manera:

Padre eterno, pon en mi camino la persona correcta elegida por ti para guiarme a mí. Señor, sé que tú eres mi cabeza y el único que puede hacer todas las cosas, pero si me faltan experiencias contigo, madurez espiritual te pido que me reveles a esa persona que me puede ayudar a seguir fortaleciendo mi espíritu y avanzar hacia tus planes y propósitos que tienes para mí. En el nombre poderoso de tu hijo amado, Jesús. Amén.