Día 5: FORTALEZA

En el momento en que hice todo lo que en Espíritu me guiaba, me sentía triste y le pedí en oración al Señor que se llevara la angustia, que me consolara y no me permitiera dar un paso atrás. Si estas haciendo el ayuno, el propósito de hoy es el de: No caer en lo que te ataba anteriormente nunca más.

Antes continuar, te invito a orar conmigo:

Señor, hoy vengo clamando ante ti. Pidiéndote que me consueles, que me restaures, que me ayudes a caminar hacia delante sin mirar atrás. Necesito tu fortaleza Espíritu Santo de Dios, necesito de tu guía, necesito de tu restauración. En tu nombre Señor son quebrantadas todas las ataduras, todo lo que el enemigo usa para mantenerme estancada en el nombre poderoso de Jesús. Sigue limpiando mi interior y no me dejes caer en tentación, Padre de la gloria. Fortalece mi espíritu y llévate en este día toda distracción, todo doble ánimo, toda tristeza, toda aflicción, todo carácter indisciplinado y altivo en el nombre de Jesús todo se alinea en este momento. Amén.

Puedo sentir como Dios ahora te fortalece, porque sé que lo haz pedido con fe y te estás sometiendo en obediencia a lo que Él tiene para ti. ¡Cuánta gloria puedo percibir con tan solo escribir en este momento! Le pido a Dios que continúe trabajando en tu vida de manera especial y sobrenatural, así como ha trabajado en la mía.

La Biblia dice que la salvación de los justos viene del Señor y que Él es nuestra fortaleza en tiempo de angustia. También dice que Él nos manda a ser valientes y esforzados por lo que no podemos darle paso a la duda y a recordar aquello que nos llevaba cautivos. Vendrán pensamientos de retrocesos, vendrán tentaciones, vendrán momentos difíciles, pero permanezcamos en Dios porque Él ha vencido al mundo.

Necesito que tomes un cuaderno o pongas un recordatorio en tu celular con la siguiente nota cuando la tentación venga a tu mente:

El precio pagado por mis pecados fue muy alto. El Señor ha trabajado en mi con mucho cuidado, y no quiero perder nada de lo que Él me ha dado por lo temporal que el mundo pueda ofrecerme. LLEVO CAUTIVO TODO PENSAMIENTO A LA OBEDIENCIA DE CRISTO.

¡Repítelo! ¡Una vez más! ¡Otra vez! Hasta que ese pensamiento se vaya de ti en el nombre de Jesús.

Cuando la tentación se te presente físicamente:

Mi confianza está en Dios y aunque las pruebas, tentaciones y adversidades quieran abrumarme Dios pelea por mí. No voy a perder todo lo que Dios me ha dado por una satisfacción momentánea. 

Cuando quieras volver atrás:

Soy una nueva criatura y Dios tiene lo mejor para mí. Él me conoce más de lo que yo me puedo conocer a mi mismo y me dará más de lo que yo quiera obtener porque Él me ama mucho más de lo que yo me pueda amar. 

¡NO CEDAS!

Deja todo lo que estás haciendo, suelta todo lo que estés agarrando en estos momentos de tu vida y ORA. Ora con fuerza, ora desde tu interior, ora por lo que se está presentando.

Es una lucha constante, no es fácil librarse de la carne pero créeme que si fortalecemos nuestro espíritu es más fácil tener dominio propio.