Día 4: ACCIONA

Espero que estés cumpliendo el desafío del ayuno a partir de este día y que estés tan comprometido para que puedes escuchar la voz de Dios en todo el día, pero de manera muy especial a través de este plan de lectura.

Hoy en nuestro primer día tenemos como objetivo de nuestro ayuno: Romper con toda atadura. Hoy vamos a hablar del accionar. El Espíritu Santo es el coordinador de todo lo que está aconteciendo en tu vida y todo aquello que acontecerá a partir de hoy.

Con el término accionar me quiero referir a tomar la parte de responsabilidad que nos toca a nosotros. La biblia establece en Colosenses 3:5 que saquemos el mal de nuestra vida; pecados sexuales, inmoralidades, malos pensamientos, malos deseos y codicia que es una forma de adorar ídolos.

La forma de sacar todo eso de nuestra vida es una responsabilidad que va de la mano con la acción, ¿Qué podemos nosotros hacer en cuanto a lo que nos afecta y a lo que el Señor nos pide que saquemos de nuestras vidas?

En el día de ayer identificamos todo aquello que nos hace caer una y otra vez en el mismo error. Hoy es el día de accionar en base a ello: hagamos una lista de todas esas cosas y de la manera que vamos a accionar y te explicaré la forma que Dios puso en mi corazón cómo hacerlo:

-ATACA LA RAÍZ CORTANDO COMUNICACIÓN, INFLUENCIA O INTERACCIÓN CON TODO AQUELLO QUE BUSCA HACERTE CAER.

Yo decidí cortar todo lo que conllevaba al sentimentalismo con el joven, y puedo decirles que duele, pero si dejas algo abierto entre lo que te ata y tú es una brecha que en cualquier momento puede ser abierta y puedes volver a caer tarde o temprano en el pecado.

-DEJA DE VER TODO LO QUE TE INFLUYE A PECAR.

La Biblia establece que los ojos son las lámparas del cuerpo, por lo que de lo que ves es de lo que te llenas y te nutres así mismo pasa con lo que escuchas, ¿En que te aporta lo que escuchas? ¿Cómo reaccionas a lo que ves? ¿Qué te impulsa a hacer? Te invito a responder de manera sincera estas tres preguntas y que ores para que Dios te ilumine.

-NO ESCUCHES VOCES.

Algo que suele suceder es que queremos comunicar todo lo que nos pasa a otras personas y si las personas a las que les confiamos lo que nos está pasando no está alineada con Dios puede que su comentario o “consejo” haga interferencia a lo que Dios te dice. No escuches voces y filtra todo en oración pidiéndole ayuda al Espíritu Santo.

-NO DEJES DE ORAR.

Nuestra fortaleza viene de Dios, pero nuestro espíritu necesita dos cosas para poder vencer todo aquello que no viene de Dios y una de ellas es la oración, hablar con Dios, pedirle que nos ayude a vencer, que nos moldee, que nos dirija. Es por eso que cada día del plan tiene incluida una oración. No podemos pretender depender de Dios sin ni siquiera poder hablar con Él, así como te sientes comprometido / a, para poder cambiar lo que sabes que está mal en ti, te propongo sacar dos horarios al día, uno matutino y uno nocturno donde ores al Señor conforme a lo que el Espíritu te indique.

-ESCUDRIÑA LA PALABRA DE DIOS. 

No se trata de leer la Palabra de manera rápida o automática, debes comprender la importancia de escudriñar la Palabra de Dios, indagar en lo que dice.  Primero ora a Dios y pídele que te dé discernimiento, sabiduría, disposición para aplicarla en tu vida, que no seas simplemente oidor de la palabra de Dios sino también hacedor. Y si no entiendes una versión determinada de la Biblia, busca otras versiones que abran tu entendimiento.

-VIVE UNA VIDA ESPIRITUAL.

Vivir una vida espiritual no se trata de juzgar a otros por lo que estén haciendo sino se trata de mirar desde adentro y ver lo que tú debes hacer. Esto te lleva a orar, a leer la Palabra, a confiar en Dios. Quiero compartirte que diferencia una vida espiritual de una vida carnal:

Quienes viven una vida carnal: Buscan sus propios deseos, no les gusta buscar de Dios y no lo hacen, caminan bajo su propia inteligencia, les molesta ver lo que otros hacen para Dios y genera: 

adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas.

Quienes viven una vida Espiritual: Buscan el bien de los demás no solo el bien propio, no les importa lo que tengan que hacer o dejar de hacer, pero su principal motivo e impulso es agradar a Dios en todo tiempo, comparten y distribuyen la obra que Dios hace en otros para que más gente puedan ser edificadas a través de la Palabra de Dios y se identifican por los siguientes frutos:

amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Te invito a orar de la siguiente manera:

Padre mío, gracias por cada palabra que hablas a mi corazón, sigue moldeándome, sigue construyendo en mi tu obra llena de perfección y excelencia. Señor aunque me resulte difícil desprenderme de todo lo que a ti no te agrada, tu Palabra dice que todo lo puedo en ti porque Tú me fortaleces. Fortalece mi Espíritu para yo pueda cumplir con tus propósitos para mi vida. Señor, elimina cualquier pensamiento de duda o contrario a tu Palabra en el nombre poderoso de tu amado hijo Jesús. Amén.