MarcosMuestra

Semana 3 - Día 2

 

Lectura: Marcos  6:30–56 

DEVOCIONAL: Marcos  6:49–50 NBLA

Pero cuando ellos lo vieron andando sobre el mar, pensaron que era un fantasma y se pusieron a gritar; porque todos lo vieron y se turbaron. Pero enseguida Él habló con ellos y les dijo: «¡Tengan ánimo; soy Yo, no teman!».

Los discípulos no tenían excusa por su falta de fe. Eran testigos de cómo Jesús sanaba a muchos enfermos, expulsaba demonios, calmó una tormenta, enseñaba con autoridad y multiplicó el almuerzo de un niño para alimentar a miles de personas. Incluso ellos mismos echaron fuera demonios, sanaron enfermos y predicaron el mensaje de Jesús.

Aunque habían caminado con Jesús, el corazón de los discípulos estaba endurecido. No entendieron quién era Él a pesar de todo lo que habían presenciado. Los que lo habían visto hacer un milagro creían que podía hacer muchos más, pero los que estaban con Él todos los días habían endurecido su corazón.

Jesús continuó revelándose a los discípulos, a pesar de su falta de fe, incomprensión y dureza de corazón. Puede ser fácil mirar a los discípulos con mirada crítica, pero nuestras vidas a menudo se parecen más a las suyas que a la de aquellos que creían que Jesús podía sanar con solo un toque de Su manto. A medida que continuamos descubriendo quién es Jesús, que nuestros ojos se abran cuando necesitemos aumentar nuestra fe.

Oración

Señor, lucho con el miedo y la duda. Temo que no me des lo que necesito o que no me rescates en el momento adecuado. Ayúdame a recordar que estás cerca de mí y que no tengo por qué temer. Amén.