MarcosMuestra

Semana 3 - Día 1

Lectura: Marcos  6:1–29

DEVOCIONAL: Marcos  6:5–6 NBLA

Y no pudo hacer allí ningún milagro; solo sanó a unos pocos enfermos sobre los cuales puso Sus manos. Estaba maravillado de la incredulidad de ellos.

Cuando Jesús regresó a Nazaret, Su ciudad natal, muy pocos creyeron que era digno de su tiempo. Rechazaron Su enseñanza, ignoraron Sus milagros y cuestionaron Su sabiduría. Habían conocido a Jesús durante muchos años, lo vieron crecer y pasar tiempo con Su familia. Lo conocieron como carpintero y lo rechazaron como cualquier otra cosa. Pensaron que sabían quién era Jesús.

Marcos dejó en claro que la razón por la que Jesús no pudo hacer ningún milagro en Nazaret fue por la incredulidad de la gente. Conocían a Jesús de una manera y no podían comprender la posibilidad de que pudiera ser alguien diferente de lo que conocían. Se negaron a creerle. Debido a esto, se perdieron todos los milagros que Jesús podría haber hecho por ellos.

Cuando nos familiarizamos con la Palabra de Dios, podemos caer fácilmente en la trampa de la incredulidad. Quizás hemos llegado a comprender un aspecto del carácter de Dios y nos negamos a profundizar más para comprender mejor quién es Él. Cuando la incredulidad se apodera de nosotras, podemos perdernos milagros y verdades increíbles que Dios quiere revelarnos. Que no seamos como los de Nazaret, sino como los que demostraron una gran fe.

Oración

Señor Jesús, perdona mi incredulidad. Creo que eres el Hijo de Dios y quiero que mi vida refleje que creo en Ti. Hazme consciente de los momentos en los que no creo en Ti. Dame humildad para asombrarme ante Ti y Tu Palabra. Amén.