MarcosMuestra

 Semana 3 - Día 5 

Lectura: Marcos  8:34–9:29 

DEVOCIONAL: Marcos  9:7 NBLA

Entonces se formó una nube que los cubrió, y una voz salió de la nube: «Este es Mi Hijo amado; oigan a Él».

Marcos continúa respondiendo la pregunta de quién es Jesús a lo largo de su relato del Evangelio. El suceso de la transfiguración de Jesús fue un evento extraordinariamente personal. Jesús ni siquiera permitió que Sus doce discípulos lo presenciaran, solo Pedro, Santiago y Juan. Después, les ordenó que no le dijeran a nadie lo que habían visto hasta la hora señalada. 

Afortunadamente, nosotras ahora podemos leer al respecto y comprender (al menos en parte) este acontecimiento. Dios el Padre confirmó la identidad de Jesús en el monte. Confirmó que Jesús es Su único Hijo, quien fue enviado con el divino propósito de pagar el precio por el pecado. ¡Qué privilegio debe haber sido para Pedro, Santiago y Juan ser testigos de ese momento!

Hoy, gracias a que este increíble acontecimiento se dejó por escrito, nosotras podemos saber con certeza quién es Jesús: El Hijo de Dios. A medida que crecemos en nuestra fe, podemos confiar en Su deidad. No es un profeta que realizó milagros. Él es el Creador y Sustentador de toda vida. Él es quien nos salva de la muerte. Él es el Hijo de Dios. Se merece el mayor honor, fidelidad y alabanza. 

Oración

Señor, a menudo pierdo de vista Tu santidad. Ayúdame a ver Tu gloria. Dame el más profundo deseo de seguirte, honrarte y alabarte por quién eres. Amén.