Liderazgo es dominio personalMuestra

Cinco elementos clave que requieren dominio personal 

En relación con el desarrollo del liderazgo personal, es fundamental el dominio de sí mismo. Enfatizaremos 5 áreas de dominio personal que son cruciales en el ejercicio del liderazgo. Para el dominio de estas 5 áreas, primero, se requiere de autodisciplina o dominio propio.

Tiempo: Sin dominar el tiempo no se puede pretender dominar nada más, ni gestionar con efectividad ninguno de las otras esferas. El tiempo es el factor más limitante (Efesios 5:15-16).

Talentos – habilidades: La efectividad surge por el ejercicio de un rol para el cual se cuenta con los talentos y habilidades para ejecutarlo. Sin el desarrollo de nuestros talentos y habilidades, restamos ejecución efectiva a nuestras tareas. Nuestro mejor desempeño está relacionado, pues, con el área donde contamos con nuestros mejores talentos y habilidades habilitados. Ahora, no basta con identificar nuestros talentos y habilidades naturales, necesitamos, además, convertirlos en fortalezas añadiéndoles conocimiento y destrezas prácticas. La maestría surge del desarrollo de nuestros talentos y habilidades, y para ello se requiere de autodisciplina.

Emociones: La gestión emocional madura es esencial para desarrollar un carácter firme y congruente, factor esencial para lograr la estabilidad necesaria para desarrollar talentos, habilidades, destrezas y hábitos de efectividad. La estabilidad emocional es la plataforma sobre la que se construye la gestión efectiva. Es necesario, entonces, desarrollar inteligencia y dominio emocional, si queremos ser efectivos en lo que hacemos (Efesios 4:26; Proverbios 14:17; 19:11).

Valores: Sin la alineación con un sistema de valores que brinden congruencia, sentido e identidad, es difícil que nuestras acciones sean consistentes. Sin la alineación con los valores que Jesús nos enseñó corremos el riesgo de perdemos el sentido de las prioridades, además tendemos a extraviarnos en nuestro quehacer diario. Los valores son una brújula necesaria para orientarnos en nuestro desempeño. El buen desempeño está relacionado con la habilidad de traducir los valores en acciones. Los líderes necesitan clarificar sus valores, para poder alinear a éstos las acciones, estrategias, metas, etcétera. Se requiere construir la disciplina de guiarse por valores. 

Hábitos: Los hábitos son el carácter real. Los hábitos regulan cerca de 90% de toda nuestra actividad diaria, por lo tanto, sin desarrollar hábitos de efectividad personal, es difícil avanzar en la consecución de nuestras metas y objetivos. El dominio de nosotros mismos es el dominio de nuestros hábitos (Proverbios 21:23). 

• ¿Gestiona con efectividad su tiempo? 
• ¿Sus hábitos de vida facilitan o entorpecen su efectividad personal? 
• ¿Percibe alineamiento entre sus valores identificados y sus comportamientos (desempeño)?
• ¿Tiene conciencia de cuáles son sus talentos y habilidades dominantes? 
• ¿Su gestión emocional ayuda al logro de sus objetivos de vida?