Enfocados Muestra

  

AMOR, EL COMBUSTIBLE ETERNO. 

¿POR QUÉ LO HACES?

Hay algo que he visto a lo largo de mi caminar con Jesús, y es que solo Él puede lograr el equilibrio perfecto de cosas. En este caso puntual algo que muchos, que no conocen de Él, malinterpretan, y que otros que, si conocemos de Él, abusamos ciertas veces. Su gracia, y el concepto a lo que llamamos cristiano que tiene detrás acciones y mandamientos que nos hacen querer hacer cosas diferentes a las que el mundo nos llama a hacer o practicar. 

Muchas veces estos dos conceptos, si se toman a la ligera o muy en serio , podemos terminar ensuciando un poco lo que verdaderamente significan. El hecho de hacer las cosas y acciones que tenemos por delante dentro de este camino por religiosidad y creer que somos mejor que alguien o Jesús nos amaría más si lo hiciéramos. O irnos al extremo de ver la gracia como un pase gratis a algo que no le hace bien a nuestra vida y creer que a pesar de lo que hagamos por mal que esté para Jesús está bien, porque Él nos perdona. Estos extremos pueden hacer que nuestra visión de la vida y el cielo que Jesús quiere que vivamos se nuble y que no terminemos disfrutando la vida por check list religiosos o libertinaje. 

El equilibrio que pone en nivel perfecto y armónico, esta balanza del “cristiano”, es el amor. El amor es la raíz y el cimiento principal por lo que nosotros, como personas que decidimos seguir a Jesús, renunciamos a otras cosas. Desde lo más pequeño hasta lo más grande, pero la revelación de Su amor a nuestras vidas hace que nuestra vida cambie y crezca. La santidad, ciertas acciones, el hecho de querer orar, leer la Biblia, o querer iniciar hábitos buenos, nuevos pensamientos, nuevas maneras de vivir comienza por una revelación de amor puro por parte de Dios, y esto nos apasiona y nos empuja hacia esa versión fresca y saludable que Jesús quiere que tengamos a lo largo de la vida. 

No solo el sacrificio de Jesús demuestra Su amor, y es lo más crucial e importante que tenemos en la vida y después de ella. También Dios dejó una perla que nos acompañaría durante todo este tiempo en la tierra, y entre otro millón de cosas, es el combustible perfecto de amor, para iniciar nuevas cosas en nuestra vida:

Sus promesas. 

Sin una promesa de que tú realmente eres libre o saldrás del desierto, Dios te proveerá, o te sanará jamás podrías iniciar algo nuevo en ti como un pensamiento o sentimiento de esperanza que te diga que todo estará bien. Aparte del Espíritu Santo. Sus promesas son el motor y, entre otras, la raíz de que tú hoy quieras cambiar tu vida. 

Por eso quiero preguntarte: ¿Por qué quieres iniciar esto? O más bien… ¿Qué, por qué hay detrás de lo que tú quieres empezar en tu vida? ¿Qué razón fundamenta el nuevo inicio de hábitos? Porque la raíz de los hábitos que quieres iniciar va a determinar el fruto que tendrán. 

Quizá si pensabas que haciendo esto Jesús te bendeciría más o menos o te amaría más o menos. Cuando falles al tercer día de haber iniciado, te vas a condenar, y no continuarás por impotencia y creerás que ya no le caes tan bien a Jesús por lo débil que eres. O lo haces porque otros lo hacen y ves que eso es lo que se supone que deben hacer todos, pero cuando falles no te sentirás a la altura de continuar y te sentirás excluido de alguna manera. 

Pero solo el amor de Dios y ese destello de pasión, identidad, cosas nuevas, futuro, paz, vida que se encuentran en las promesas que Dios tiene para ti en Su Palabra serán el combustible que cambiaran todo y si el amor por consecuente la gracia y lo que Jesús demanda de ti son la raíz de lo que estás por comenzar no te frustrarás tan rápido. Y es algo que tú tendrás que renovar todos los días. Es algo por lo que tendrás que ir y recibir cada mañana de parte de Dios. Será el pan diario que necesita tu espíritu para iniciar esto. 

Antes de iniciar … ¿Por qué quieres iniciarlo? ¿Qué razón hay detrás de ello? Si es por el amor, entonces vas por buen camino. 

Porque estos combustibles eternos llevan a resultados eternos.