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 Dia 05  - Santificación, una decisión personal

VERSÍCULOS DE REFERENCIA : 

Romanos 12:1-2

1 Por lo tanto, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro verdadero culto. 

2 No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 

Hechos 26:17-18

17 librándote de tu pueblo y de los gentiles, a quienes ahora te envío 

18 para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.” 

Hechos 3:15-18

15 y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios resucitó de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. 

16 Por la fe en su nombre, a este, que vosotros veis y conocéis, lo ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a este esta completa sanidad en presencia de todos vosotros.

17 »Pero ahora, hermanos, sé que por ignorancia lo habéis hecho, como también vuestros gobernantes.  

18 Pero Dios ha cumplido así lo que antes había anunciado por boca de todos sus profetas: que su Cristo habría de padecer. 

Reflexiones:

La santificación no recae sobre nosotros, es una decisión personal y diaria de apartarnos para nuestro Señor.

Lea Romanos 12:1-2, Hechos 26: 17-18 y Hechos 3:15-18 y toma un tiempo para responder las siguientes preguntas:

 ➤      ¿Cuál es la forma de apartarnos para nuestro Dios?

 ➤      ¿Como se deshace Dios de lo que no está bien en nuestras vidas?

 ➤      ¿Según tú, como debe ser nuestro sacrificio para que sea aceptado por Dios?

CONTENIDO :

Ser cristiano, no es renunciar a todo sentido de responsabilidad, no sé porque muchos cristianos tienden a creer que Dios va a hacer todo por ellos y para ellos. Es totalmente falso, porque Dios nos hace sus compañeros, socios, lo que implica que nos hace responsables de nuestras acciones, elecciones y cambios. En lo concerniente a la santidad, dejemos de esperar que Dios venga a sacudirnos y transformarnos sin que tengamos nada que hacer. Es una utopía, que es solo el resultado de la falta de voluntad para convertirse en santos. Jesús nos ama y Él nos respeta enormemente, lo que lo hace esperar a que tomemos nosotros mismos las decisiones que marcaran un cambio en nuestras vidas. Recordemos siempre que nuestras decisiones de hoyo nuestra ausencia de decisiones son las que determinan que seremos mañana.

Por lo tanto, depende de nosotros saber cómo colocar nuestra vida en el altar de Dios (Romanos 12:1) para que venga con su fuego para quemar todo lo que no está bien en nuestras vidas (Lucas 3:15-18). La Biblia nos ensena que para que un sacrificio sea aceptado por Dios, debe ser voluntario y completo para Dios. La misma palabra sacrificio significa que no es fácil y que cuesta…Sin embargo, siempre hay una rica bendición relacionada con el sacrificio, porque Dios honra el sacrificio con su presencia. 

Debemos comprender que Dios no se interesa en lo que es aparente, lo que está buscando es nuestro corazón, el cual debe ser puro y totalmente para El. Con demasiada frecuencia, como sabemos que el pecado no agrada al Señor, tenemos la tendencia de querer guardar las apariencias lo mejor que podamos, con el fin de tratar de mantener una buena conciencia y en lo más profundo de nosotros mismos, realmente no hemos decidido eliminar el pecado de nuestra vida. La única solución para ser liberado del pecado es la cruz, lo que implica la muerte de uno mismo, ser apartados para Cristo y vivir en El y para El. 

Tomar la decisión de vivir en santidad y no comprometerse más con el pecado es un acto de fe (Hechos 26:18) y nos corresponde a nosotros tomar la decisión. Y es el resultado de nuestro amor por Jesús. Por ejemplo, cuando nos casamos, comprendemos que debemos apartarnos para nuestro cónyuge por amor a él. Es exactamente lo mismo en nuestra relación con Jesús: no debemos estar motivados por el deber o por observar las leyes, sino por nuestro amor sin límites por nuestro Salvador. La santidad no es un acto religioso, es el resultado de nuestra relación íntima y de amor con nuestro Dios.

En nuestra decisión de apartarnos para Dios, nos damos cuenta de que el pecado no solo se trata de lo que hacemos, sino también de lo que no hacemos. No se trata solamente de evitar hacer mal, sino también como aplicar para hacer bien. No hay santidad sin una vida consagrada totalmente a Dios. Así que no podemos considerar vivir a un 99% para Dios: o vivimos radicalmente al 100% para Dios, o no vivimos para El.

Es el momento de tomar una decisión: ¿Que hay en tu vida hoy, que necesita ser entregado a Dios? ¿Que dificulta tu relación de amor con El? Cultiva en tu corazón una relación de amor apasionado por tu Dios y veras la diferencia que se producirá en tu vida…

Mi decisión

Lo que comprendí para mi vida personal :

Lo que decido para mi vida, con lo que acabo de aprender :

Lo que tú decides hoy, determina quien serás mañana : 

Del libro "un disciple en marche" copyright 2018 de Luc Favre, publicado por Vie Victorieuse. Todos los derechos reservados.