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Apartados Para Servirle

DÍA 1 DE 7

Día 1  - La santidad es un estilo de vida: una vida apartada para Dios.

Reflexiones: 

La santidad, no es tener una aureola y caminar a 50 centímetros del suelo, se trata de un estilo de vida: una vida apartados para Dios.  

Lee Juan 17:15-19 y toma un momento para responder las preguntas:

"No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad." Juan 17:15-19 (RV60)

 ➤ ¿Por qué razón Jesús ora a Su padre?

 ➤ ¿Qué es lo primero que pide Jesús en su oración? Y según tu punto de vista, ¿por qué?

Contenido:

Cuando se habla de ser santo, muchas personas no tienen una buena visión de qué es la santidad, muchos se imaginan que se trata de tener una vida monástica. Este concepto viene del sistema de canonización de la iglesia tradicional, de esas imágenes de santos con aureolas viviendo de una manera casi perfecta. Esta es una falsa visión de la santidad. Para otros la santidad se trata de vivir de forma austera, triste, frustrante y restrictivamente. Pero, al contrario, la santidad es algo maravilloso, alegre e increíblemente gratificante. Y en realidad no está vinculada a nuestras acciones, sino a nuestra identidad. 

En Juan 17, horas antes de la crucifixión, Jesús hizo una oración especial por sus discípulos (y también por nosotros) para que sean santos. Se revela el concepto que Jesús tenía de la santidad y de lo necesaria que es para nosotros. En primer lugar, Jesús ora por nuestra relación con el mundo. Él no le pide al Padre que nos retire del mundo, pero que nos guarde del maligno. Esto se opone a lo que muchos cristianos esperan que Dios los retire del mundo para estar aislados en Su presencia. Algunos incluso intentan hacer todo lo posible para salir del mundo, sin embargo, no es la voluntad de Dios. Él desea enviarnos al mundo. Así que no depende de nosotros salir del mundo, pero el mundo saldrá de nosotros. Porque no es el negándonos a enfrentar las trampas de la tentación y aislándonos por completo, que nos volvemos resistentes al pecado. La santidad, es todo, menos vivir en una burbuja, por el contrario, es hacer la diferencia en el mundo, debido a su presencia en nosotros.

Ser santo, es decidir responder al llamado de Dios y a nuestra identidad como discípulos, al separar nuestra vida para servirle en el mundo, donde nos ha colocado para ser su luz y traer Su salvación. Si Dios hubiera planeado que nosotros no estuviéramos el mundo, simplemente nos hubiera llevado con Él al cielo tan pronto como lo conociéramos o bautizáramos. Pero ese no es el caso, Él ha escogido enviarnos al mundo para ser embajadores de Su reino, y escribir Su historia. Así que dejemos de querer salir del mundo, no intentemos crear nuestras estructuras desinfectadas de toda influencia del mundo. Al contrario, disfrutemos de poder estar en el mundo para difundir la luz y vida de Cristo, porque es una oportunidad única que no podremos hacer en la eternidad.

Dios desea que vivamos con el fin de representarlo en el mundo. Y somos nosotros quienes decidimos dedicar nuestras vidas para servirle. Apartarse, es escoger sacrificar el mundo de nuestras vidas a fin de que la plenitud de la naturaleza de Cristo y Su reino, nos llenen. Se trata directamente de la motivación de nuestras vidas, saber si vivimos para nosotros mismos, para satisfacer nuestros propios deseos o vivimos para Cristo y para Su reino. Se trata de renunciar a hacer de nuestra propia vida el centro de nuestro mundo a fin de que Jesús sea nuestra única razón de vivir y existir. Ya no vivimos para nosotros, sino para Cristo que vive en nosotros, quien nos permite estar en el mundo sin ser del mundo. 

Entonces adoptemos esta visión positiva y simple de la santidad, es decir, tener una vida apartada para servirle y decidir participar en esa vida única y excepcional. Antes de continuar con tu vida, toma un tiempo para separar tu vida para Dios, elige liberarte de todo lo que te retiene de Servirle, comprometiéndote solamente con Él, puedes orar estas palabras inspiradas en Hebreos 12:1-2 (RV60) “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios." Y haz de esta oración un habito diario.

Mi decisión

Lo que comprendí para mi vida personal :

Lo que decido para mi vida, con lo que acabo de aprender :

Lo que tú decides hoy, determina quien serás mañana :

Del libro "un disciple en marche" copyright 2018 de Luc Favre, publicado por Vie Victorieuse. Todos los derechos reservados.

Día 2

Acerca de este Plan

Apartados Para Servirle

"En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad," Efesios 1:11 Dios tiene planes extraordinarios para tu vida. Descubra cómo separarse para servirle y escribir Su Historia en su mundo.

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Nos gustaría agradecer a Luc Favre por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite:  http://www.vievictorieuse.org