Los personajes de la Pascua: Simón PedroMuestra
No sabemos dónde Pedro fue después de la negación. No está presente como Juan y María, madre de Jesús, a los pies de la cruz cuando muere Jesús. Pero sí sabemos que no regresó a casa.
Los siguientes días fueron los más difíciles para Pedro. Destrozado por su actitud en la noche del arresto de Jesús y sin saber lo que será el futuro, Pedro está ante un abismo de incertidumbres. El rey, quién según él, pondría al reino de Dios sobre los romanos, se estaba descomponiendo en una tumba prestada.
A menos, claro, que Él no fuese.
La triste mañana de domingo de Pedro fue marcada por la visita sorpresiva de un grupo de mujeres sin aliento, liderado por María Magdalena y María, la madre de Jesús. A penas le salían las palabras. Lo que ellas decían sonaba loco. No, en verdad, era loco. ¿El cuerpo de Cristo no estaba? Eso es imposible. La tumba estaba custodiada por un montón de guardias romanos. La puerta, sellada con una piedra. Ah, y sin contar el pequeño detalle, que los muertos no se levantan. Pero las mujeres hablaban en serio. Y traían una palabra especial para Pedro. Marcos cuenta una escena en la tumba donde un hombre vestido con una túnica blanca increpa a Maria: “Pero vayan a decirle a los discípulos y a Pedro” (Marcos 16:7 NVI).
Y a Pedro Esas tres palabra hicieron que Pedro se despabilara y corriera hacia la cueva donde José de Arimetea, un adinerado benefactor, pagó para enterrar a Jesús. Cuando Pedro llegó, vio lo que las mujeres habían visto: un agujero vacío, una piedra corrida y la ropa doblada de Jesús.
El clímax de la historia de Pedro, según Juan, es un evento en la playa que iguala la descripción del comienzo del viaje de Pedro con Jesús que hace Lucas. No es un error ni coincidencia que el Maestro termine el libro del final de Su viaje de tres años junto a Pedro contando el mismo milagro: un día de pesca desafortunado, una reacia tirada de redes para contentar el humor de Jesús y un bote lleno de peces.
Cristo aún está buscando pescadores de hombre, lideres que caminan con muletas. Acá, vemos el inigualable amor de una sola dirección de Dios. Le fallamos, pero Él no nos falla. Nos olvidamos de Él pero Él no nos olvida. Nosotros, buscamos otros amores, Él es fiel.
Escrituras
Acerca de este Plan
Pedro era sólo un pescador de agua dulce en Galilea, que fue persuadido por Jesús y se convirtió en la roca en la cual se construyó la Iglesia. Fue testigo fundamental de la cruz y la tumba vacía. Únete al autor Daniel Darling en este Plan de 10 días para descubrir la vida de Simón Pedro, un personaje fuera de lo común atrapado en la historia de Jesús.
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