Los personajes de la Pascua: Simón PedroMuestra
Seguir a Jesús por toda Galilea y Judá hizo que Pedro visitara lugares jamás pensados. Viera leprosos que fueron curados, lisiados que caminaron y ciegos que vieron. Fue testigo cuando Jesús resucitó a una niña. Pedro estaba ahí, dos veces, cuando el Señor de la creación tomó un poco de sobras de comida y lo convirtió en alimento para miles de personas hambrientas y desesperadas. Incluso, un día Jesús despertó de una siesta a sus discípulos y los salvó de naufragar, hablando, sí, hablando al agua y convirtiendo un mar movido a uno suave en cuestión de minutos.
Tal vez no hay mejor descripción de lo que ocurrió en ese viaje de tres años, para estos pescadores-discípulos, que la respuesta a una intrigante pregunta. Después que miles de seguidores se fueran del movimiento por algunas duras enseñanzas, Jesús dijo a los doce: "¿También ustedes quieren marcharse?” (Juan 6:67 NVI). Jesús, Hijo de Dios, conocía Su misión y travesía hacia la cruz, pero Jesús, Hombre sufrido, estaba lastimado por el rechazado de algunos. En ese momento, Pedro tomó la palabra:
"—Señor —contestó Simón Pedro—, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios" (Juan 6:68–69 NVI).
¿A quién iremos? Es por esto que cada primavera nos tomamos un tiempo para mirar la cruz y la tumba vacía; es el motivo por el que salimos de nuestras camas un frío dia de Domingo, semana tras semana; el motivo de que por nuestras penas y sufrimientos nos inclinamos ante Jesús para orar. No tenemos ningún otro lugar para ir, ni nadie más para ver. Sólo Jesús tiene palabras de vida eterna.
Lo que Pedro tenía es una pequeña semilla de fe implantada por el Espíritu. Esto lo sabemos porque leímos sus palabras plagadas de afirmaciones donde muestra a Jesús como el Cristo y el Elegido, profetizado en el Antiguo Testamento.
La respuesta de Jesús fue que sobre esta roca, si Pedro, el mismo impulsivo e imperfecto discípulo, Cristo construiría Su iglesia. Pedro y los otros discípulos se convertirían en Apóstoles, ungidos en una nueva era en la historia de la Salvación.
Escrituras
Acerca de este Plan
Pedro era sólo un pescador de agua dulce en Galilea, que fue persuadido por Jesús y se convirtió en la roca en la cual se construyó la Iglesia. Fue testigo fundamental de la cruz y la tumba vacía. Únete al autor Daniel Darling en este Plan de 10 días para descubrir la vida de Simón Pedro, un personaje fuera de lo común atrapado en la historia de Jesús.
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