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Día 7: Su reino aquí

Jesús vino a instaurar un nuevo reino, uno que alcanza al cautivo, al desfavorecido y al que llora, al que anhela justicia. En los primeros días meditamos en cómo Dios nos trajo libertad del pecado y de nuestras cadenas para darnos identidad de hijos, ¡me encanta que Jesús establece su reino en la tierra cuando se establece en ti y en mí!

Ahora, imagina que existen personas desfavorecidas en el mundo, que viven situaciones de pobreza, de calle, incluso situaciones en donde sus cuerpos son vendidos como mercancía, estas personas son físicamente oprimidas y esclavizadas, ellas necesitan también a Jesús como su libertador. Y llegar a pensar que podemos esperar a la segunda venida de Jesús para que la injusticia y la esclavitud termine, sería ignorar su confesión en Mateo 12 cuando declaró: el reino de Dios se ha acercado y está entre ustedes. Si su reino ya se acercó y está hoy aquí entre nosotros, hay libertad y justicia disponible para todos, así que nos toca seguir el liderazgo de Jesús y ser esas manos que hacen accesible la justicia y la libertad a aquellas personas de quienes se les ha arrebatado la libertad física. Ahora, no pienses que te estoy enviando a que vayas y los rescates porque eso podría poner en riesgo tu vida, pero si puedes comenzar a involucrarte con alguna fundación local que trate temas de esclavitud moderna, de apoyo a migrantes o de la causa que mueva tu corazón. 

Más Vida es una iglesia dispuesta a escuchar el llanto del cautivo y dar sus manos para traer libertad, por eso los recursos que se reciben bajo el concepto de primicias son destinados para apoyar financieramente a refugios de sobrevivientes de trata de personas, a fundaciones que combaten la trata y demás asociaciones con diferentes temáticas sociales. Hoy puedes comenzar a establecer su reino aquí en la tierra a través de tus primicias, estoy seguro de que Dios honrará tu esfuerzo y traerá multiplicación.

Oración: Dios mío, gracias por haber traído tu reino de justicia y libertad a través de tu Hijo y mi Salvador Jesucristo, hoy dispongo mi vida para que establezcas tu reino en esta tierra, trae libertad y justicia al oprimido, y ayúdame a tener un corazón sensible como el tuyo, en Cristo Jesús, amén.