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Día 4: Libres del pecado 

Todos tenemos tentaciones de todo tipo, Jesús fue tentado en todo. De seguro Jesús de joven fue tentado en adicciones, rebeldía, lujuria, identidad sexual, amor a la fama y al dinero, etc.; sin embargo, nunca pecó.

Como cristianos debemos de poder detener el pecado cuando está en forma de tentación. Es importante hacer la diferencia entre tentación y pecado. No es lo mismo, la tentación es una fuerte atracción al pecado y si la dejas crecer se convierte en pecado. Y como leímos en Corintios, para cada tentación hay una salida.

Yo sí creo que es posible prevenir el pecado, somos humanos y tenemos naturaleza pecaminosa y vamos a fallar, pero hay pecados que sí podemos detener, pecados que empiezan en tentación. No despiertas un día queriendo ser infiel o queriendo ser adicto a alguna droga. Los pecados destructivos empiezan con tentación y ahí sí se pueden prevenir.

La definición más clara en mi opinión de pecado se encuentra en el Padre Nuestro: hágase tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo. Pecado para mí es todo lo que hago que desobedece la voluntad de Dios.

Cuando vemos a alguien pecar no es para juzgar sino para aprender, ¿qué puedo hacer yo para evitar eso? Una persona sabia aprende de los consejos de un sabio y de los errores de un necio. Sabiduría es no juzgar a los que fracasan o pecan, porque todos estamos a una decisión de hacer lo mismo.

Una vida de oración te ayudará a no caer en tentación. Las temporadas donde he sido más constante y disciplinado en orar siento una gracia mayor para vencer la tentación, las temporadas donde no, me siento más vulnerable.

No te condenes por ser tentado, nunca vivas con temor esperando nunca fallar porque es garantizado que nos equivocaremos, persigue el ideal de Dios sin temor. Recuerda poner límites y tener hábitos prácticos para evitar caer en tentación.

Oración: Dios, ayúdame vivir una vida dentro de tu voluntad y a no condenarme cuando tentación venga a mi vida. Ayúdame a no caer en tentación. Hoy decido vivir una vida de oración y cambiar mis hábitos para poderme mantener fuerte en las tentaciones. En el nombre de Jesús, amén.