Abrumada Por Mis Bendiciones (Parte 6)Muestra

Interrupciones  

Estando sentados a la mesa haciendo tareas de la escuela, todos mis niños juntos, bastante enfocados. ¡Eso es una victoria! Entonces, un golpe a la puerta de atrás. Grr! Eso pasaba casi a diario. Mi vecina trayéndome una planta de su patio, o una lechuga fresca de su jardín, o una chuchería para compartir. Inmediatamente le agradecía, tratando de apresurar la conversación, todo el tiempo esperando que mis hijos siguieran en la mesa cuando yo regresara.

Mi agenda del día y rutina habían sido interrumpidos, y esta mama no estaba contenta. Estoy segura que yo traía mi exasperación devuelto a la mesa mientras reunía a mis hijos para enseñarles matemáticas y lectura.

Mirando hacia atrás, puedo ver una oportunidad perdida.  Ese toque en mi puerta era una interrupción para mí, pero ahora me doy cuenta desde la perspectiva de Dios, que era una visita planeada. Esta “interrupción” era una cita enviada a mí para aprender la paciencia, practicar el amor, y enseñarles a mis hijos por el ejemplo.

El uso esto para mi bien en mi vida porque El no desperdicia nada. En ese momento, yo creo que perdí la verdadera lección y especialmente falle en compartirla con mis hijos.

Las interrupciones son lo que nosotros llamamos a los eventos inesperados en nuestra rutina personal y agenda. Ese momento en el que tuviste que parar lo que estabas haciendo y correr a llevar la llave del trabajo de tu esposo a su oficina. Cuando tu mama te llama justo en el momento equivocado. Cuando te levantaste enferma o peor aún—cuando tu esposo llega a casa enfermo. Cuando el carro necesita gasolina y vas tarde al trabajo. Los accidentes de ir al baño, los berrinches, los tarazones.

¿Qué tal si comenzamos a preguntarle a Dios que es lo que Él tiene para nosotras en esas interrupciones? ¿Qué tal si comenzamos viendo la fractura de nuestras agendas como un regalo enviado a moldearnos y hacernos crecer? ¿Qué tal si paramos en el momento y pedimos a Dios que nos muestre la enseñanza? ¿Qué tal si compartimos con nuestros hijos lo que estamos aprendiendo en el momento, en lugar de compartir nuestra enfadada exasperación?

Entonces, quizás la agenda de Dios vendrá a ser nuestra nueva agenda. Quizás el cambio en los planes es una oportunidad para hablarles a nuestros hijos acerca de la gracia y amabilidad y de una vida vivida para Dios en vez de vivir para nosotros mismos. Esto puede ser un tiempo de ajustar nuestro calendario, en lugar de estar irritadas y odiosas.

Con una nueva mentalidad y cambio de perspectiva, podemos comenzar a llamar esas interrupciones problemáticas “Citas Divinas”. ¿Dejaremos que Él se encargue de nuestro día?

Padre, Tu sabes que a mí me gusta que mi día tenga orden y propósito. Oro para que mi idea de orden y mis propios propósitos nunca gobiernen sobre Tu Plan para mi día. Cuando mi agenda es alterada, ayúdame a estar extremadamente alerta y saber que Tu estas muy cerca y tienes un plan nuevo que es mucho más mejor que el mío, aun cuando no se vea posible. Ayúdame a reconocer mi exasperación como una señal de que me estoy alejando de tu presencia y paz. ¡Desde ahora en adelante yo elijo llamar estas interrupciones “Citas Divinas”!