Antiguo Testamento con Fermín IVMuestra

El enemigo puede pelear contra nosotros con fuerza. Pero cuando ve que Dios es quién pelea la batalla por nosotros, cambia de estrategia. Es implacable. Lo que quiere es destruirnos.

Josué y el pueblo, al parecer, no aprendieron la lección. No consultar a Dios les representó una derrota en Hai, y ahora que se topan de frente con los Gabaonitas, no consultan a Dios y los de Gabaón los engañan. Haciéndoles creer que vienen de una nación lejana, logran hacer un pacto con ellos. Ellos sabían que si Dios peleaba en su contra no tendrían oportunidad contra Israel, y utilizaron el engaño.

Josué se guía por su vista; lo que observa lo lleva a concluir que vienen de lejos, muy lejos. ¿Qué hubiera pasado si Josué hubiera consultado a Dios? Yo creo que hubiera sabido la verdad. Pero no fue así.

El enemigo nos engaña en ocasiones, utiliza el engaño para alejarnos de Dios. Necesitamos aprender la lección y buscar a Dios constantemente, cada día exponernos a la verdad de tal manera que podamos identificar el engaño.

Aún así, al enfrentar a la confederación de reyes, Dios les muestra que sigue estando a favor de su pueblo. Dios pelea por Israel, incluso con granizo desde los cielos o deteniendo el sol para darle más tiempo a Josué de derrotar a sus enemigos.

Dios haría cualquier cosa para darnos la victoria. Incluso dar a su propio hijo en la cruz para rescatarnos. Consultemos a Dios día tras día, acostumbrémonos a escucharlo, disfrutemos de su presencia y veamos su poder manifestándose en nuestras vidas.