Antiguo Testamento con Fermín IVMuestra

Es increíble lo que un mal entendido puede provocar. Las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés habían decidido tomar la tierra que estaba del otro lado del río Jordán, y eso iba a generar un problema a futuro: que sus hijos pensaran que ellos no eran parte del pueblo de Israel. Así que deciden levantar un altar, no para sacrificios sino para recordar que son parte del pueblo de Israel.

Israel, al no saber esto, estuvieron a punto de iniciar una guerra contra ellos porque pensaron que estaban dejando a Jehová para adorar otros dioses. Los malos entendidos pueden provocar guerras. Cuidado, no juzgues antes de tiempo, no creas que sabes las intenciones de los demás. Mejor pregunta, escucha y decide qué vas a hacer.

Los dos últimos capítulos de Josué son su despedida. Ya teniendo muchos años, Josué decide convocar al pueblo y hablar con ellos por última vez. Su discurso es conmovedor y al mismo tiempo retador.

Cuando ves a una persona decidida como él, que no sólo habla sino que sus acciones respaldan su compromiso con Dios, es un reto para cualquiera que lo escucha.

Les dice: “Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.”
Josué‬ ‭24:15‬ 

¡Qué importante es decidir a quién vamos a servir!