Antiguo Testamento con Fermín IVMuestra

Abram no puede evitar meter las manos; la impaciencia le gana. Parece que Dios se está tardando y nosotros queremos hacer algo, al igual que Abram.

El capítulo 16 me recuerda el dicho: “Dice Dios: Ayúdate, que yo te ayudaré.” Muchos han creído que ese dicho viene en la Biblia; pero no es así. De hecho, es cuando queremos ayudarle a Dios cuando peor salen las cosas.

Lo maravilloso es que Dios no se cansa ni se llena de frustración con nuestras malas decisiones. Dios sigue con su plan, sigue dispuesto a cumplir la promesa que le dio a Abram y le recuerda: "Yo soy el Dios todopoderoso."

Nunca olvides que Dios es todopoderoso. Cuando comiences a dudar, cuando seas tentado a ayudarle a Dios, cuando te llenes de impaciencia, recuerda esto: Dios es todopoderoso. Él lo puede hacer sin nuestra ayuda.