Discerniendo la profecía y las señales de los últimos tiemposMuestra

¿Cómo regresará Jesús?

La Biblia usa varias frases para describir el regreso de Jesús y los eventos que lo acompañan: “la venida del Señor” y expresiones similares (vea, por ejemplo, Mateo 24:3; 1 Tesalonicenses 2:19; Hebreos 10:37; Santiago 5:7–8; 2 Pedro 1:16); “arrebatados... para recibir al Señor en el aire” (1 Tesalonicenses 4:17); “el día grande y manifiesto del Señor” (Hechos 2:20); “la aparición de nuestro Señor Jesucristo” (1 Timoteo 6:14); y “la manifestación de los hijos de Dios” (Romanos 8:19).

Estas descripciones bíblicas del regreso de Jesús en realidad abarcan dos eventos diferentes. Para entender la diferencia entre estos eventos necesitamos revisar cada una de las tres intervenciones directas de Jesús en la tierra descritas en las Escrituras: primero, la venida de Jesús a Su templo; segundo, la aparición de Jesús; tercero, la segunda venida de Jesús. Todas estas intervenciones se mencionan en el siguiente pasaje:

He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos. ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. (Malaquías 3:1–2)

1. La venida de Jesús a Su templo

La descripción de Malaquías de la repentina venida del Señor a Su templo se refiere a la primera llegada del Mesías a la tierra como un ser humano hace más de dos mil años. Su nacimiento se celebra tradicionalmente el 25 de diciembre, aunque, basándose en evidencias bíblicas, muchos estudiosos creen que puede haber nacido en otoño, entre septiembre y octubre, mientras que otros creen que nació durante el verano. Estoy de acuerdo con la primera estimación porque una fecha de otoño coincidiría con la fiesta de los Tabernáculos, que representa la plenitud del tiempo. (Vea Gálatas 4:4).

La primera intervención de Jesús en la tierra fue, por lo tanto, Su encarnación como ser humano, cuando murió en la cruz, pagó por nuestros pecados, resucitó por nuestra salvación y ascendió al cielo.

2. La aparición de Jesús

La segunda intervención de Jesús en la tierra será Su aparición, cuando llevará con Él al remanente de la iglesia al cielo, antes de la gran tribulación. Hay una distinción clave entre la aparición y la venida de Jesús, así que quiero asegurarme de que este punto esté claro: 

· La aparición de Jesús es sólo para Su novia, los creyentes que esperan ansiosamente Su regreso y están listos para Él.

· La venida de Jesús tiene el propósito de juzgar al mundo; por lo tanto, está dirigida principalmente a aquellos que han permanecido en la tierra durante la tribulación.

El término más usado en los círculos cristianos para describir el evento en el que Jesús regresará por Su novia es “el rapto”. Esta expresión no se encuentra en la Biblia, sino que deriva de la palabra latina, rapio, que significa “tomar por la fuerza, secuestrar o arrebatar en relación a un éxtasis espiritual o removerlo de un lugar a otro”. Este término es usado para describir cómo vendrá el Señor por Su iglesia.

La Palabra de Dios presenta dos símiles para la aparición de Jesús que nos dan un sentido de urgencia en cuanto a nuestra necesidad de estar preparados. El primer símil es un rayo: “Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:27). Es una imagen vívida, porque el juicio es a menudo rápido y el relámpago es un fenómeno instantáneo. Jesús aparecerá de la misma manera, repentina e inesperadamente, a aquellos que no están preparados y velando.

El otro símil es el de la sigilosa vigilancia de un ladrón. “Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá, así como ladrón en la noche” (1 Tesalonicenses 5:2). Alguien que está profundamente dormido por la noche no espera que un ladrón venga a su casa. Los ladrones a menudo eligen robar en las casas al amparo de la oscuridad porque pueden entrar y salir más fácilmente, robando objetos de valor sin que nadie se dé cuenta hasta que es demasiado tarde. Del mismo modo, aquellos que no conocen a Cristo están espiritualmente dormidos y viven en la oscuridad; por lo tanto, serán tomados por sorpresa ante Su aparición. Sin embargo, aquellos que conocen a Jesús y viven en Su luz lo esperarán. Jesús nos instó a “velar y orar” (Marcos 13:33; vea también Lucas 21:36).

Estas ilustraciones de la rapidez del rayo y la cautela de un ladrón envían un claro mensaje: ¡estén preparados! 

Como he explicado anteriormente, después de la aparición de Jesús, el mundo entrará en la gran tribulación:

Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. (Mateo 24:21)

Que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. (1 Tesalonicenses 5:3) 

La “paz y seguridad” representan la estabilidad social y económica. Habrá derrumbes financieros en la tierra, provocando que todas las monedas pierdan su valor. (Vea Apocalipsis 6:6). La economía mundial ya ha comenzado a experimentar sacudimientos. Mientras que las políticas monetarias nacionales o los bancos pueden proporcionar cierta estabilidad, no podemos confiar en ellos para nuestra provisión, especialmente en estos últimos días. Debemos confiar sólo en el Señor para que nos provea. Sólo Él es nuestra Roca. El mundo a menudo piensa que tiene todo bajo control, pero habrá devastación social y económica durante la tribulación.

Jesús ordenó a Sus discípulos: “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre” (Lucas 21:36). Sólo aquellos que han sido purificados para convertirse en el remanente y que saben discernir las señales estarán listos para irse en el rapto con Cristo en Su aparición.

Estos son tiempos en los que debemos estar velando y orando por las señales de la aparición de Jesús. ¡Manténganse despiertos y alertas, porque Él puede aparecer en cualquier momento! ¿Está su corazón listo para el inminente regreso del Rey?

3. La segunda venida de Jesús

Cuando los siete años de tribulación hayan concluido, Jesús volverá a la tierra una vez más. Esta vez, volverá con los creyentes que fueron llevados al cielo en el rapto. La venida de Jesús será vista claramente por todas las personas en todo el mundo. Su llegada iniciará el período milenario, durante el cual Él gobernará el mundo. 

Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro. (Mateo 24:30–31)

Después del milenio vendrá la batalla de Armagedón, en la que Jesús derrotará completamente a Sus enemigos. Esto incluye a Satanás, sus demonios, el Anticristo, y todos los demás seres humanos que eligieron unirse a ellos en su rebelión. Jesús arrojará a Satanás y a sus seguidores al lago de fuego. Ese también será el momento del juicio final para todas las personas. (Vea Apocalipsis 20:10–15). Entonces, Dios creará cielos nuevos y tierra nueva. El Señor reinará sobre un reino de paz, habitando para siempre con Su pueblo. (Vea Apocalipsis 21:1–3).

En el día 9, exploraremos tres preguntas específicas que los discípulos le hicieron a Jesús sobre las señales de Su regreso.