Discerniendo la profecía y las señales de los últimos tiemposMuestra

Señales de los últimos tiempos

Los discípulos de Jesús le preguntaron sobre la señal de Su venida y el fin de la era (vea Mateo 2:3) porque entendieron que todas las temporadas pueden identificarse por señales. Tenga en consideración que una señal no es el fin en sí mismo, sino que apunta a algo o a alguien. Una señal bíblica siempre representa una realidad espiritual superior. Todas las señales que Jesús reveló apuntan a Su aparición y Su venida.

La mayoría de señales de los últimos tiempos ya se cumplieron. Sin embargo, debemos reconocer una característica común en las señales que actualmente se están cumpliendo (o que pronto se cumplirán): todas se están intensificando. El juicio de Dios sobre la rebelión, el pecado y la maldad de la humanidad está llegando a la tierra. Las señales son claras. 

Un número de señales proféticas se describen en los libros de Daniel, Mateo, Lucas y 1 Timoteo. Estas señales no son necesariamente los únicos indicadores de los últimos días, pero son los más significativos. Aunque previamente hemos explorado algunas de estas señales, también las he incluido aquí para que podamos entender el alcance de las advertencias divinas: el engaño; falsos profetas; guerras y rumores de guerras; nación contra nación; hambruna y pestilencia; terremotos; persecución de la iglesia; ofensas; anarquía o iniquidad; el enfriamiento del amor; la predicación del evangelio en todo el mundo; el miedo; el aumento del conocimiento; el acortamiento del tiempo; el renacimiento de la nación de Israel; la apostasía; la perplejidad y los sacudimientos.

Dios nos está hablando a través de tales señales, y debemos responder a Su palabra profética. Examinemos algunas de estas señales, especialmente aquellas que directamente impactan a la iglesia.

El engaño

En Mateo 24, Jesús advierte a los creyentes cuatro veces que no se dejen engañar. (Vea Mateo 24:4–5, 11, 24).

La señal de engaño de los últimos tiempos es muy evidente hoy en día. El engaño es el espíritu de esta época. Incluso en la iglesia, muchas personas están siendo engañadas por falsos evangelios y promesas vacías, y se están alejando de la fe.

En la cultura moderna, es fácil verse envuelto en ideologías que contradicen las Escrituras, a menos que sopesemos cuidadosamente estas ideas con la sana doctrina bíblica. El engaño ocurre cuando ignoramos o rechazamos la verdad.

Pablo tuvo cuidado de enseñar a los cristianos la verdad en Cristo Jesús y de advertirles que se aferraran a lo que se les había enseñado. Por eso le escribió a Timoteo: “Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús” (2 Timoteo 1:13).

Nación contra nación

“Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino” (Mateo 24:7). La palabra griega traducida “nación” aquí es ethnos, uno de cuyos significados es “tribu, raza o grupo de personas”. Es el mismo término del que deriva la palabra inglesa “ethnic”. Jesús dijo que, en los últimos tiempos veríamos razas y grupos étnicos en conflicto entre sí.

Hoy en día, estamos viendo enfrentamientos entre negros y blancos, blancos y asiáticos, asiáticos y negros, hispanos y otros hispanos, hindúes y musulmanes, chiitas y sunitas, árabes y judíos, y varios grupos más. Muchos de los conflictos que llevan a la guerra son el resultado de la animosidad racial. En estos últimos días, estamos obligados a ver cómo aumenta cada vez más el racismo alrededor del mundo.

La persecución de la iglesia

“Pero antes de todas estas cosas os echarán mano, y os perseguirán, y os entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y seréis llevados ante reyes y ante gobernadores por causa de mi nombre” (Lucas 21:12). Como mencioné antes, una señal de los últimos tiempos y de la venida del Señor por Su novia es la persecución de la iglesia. Aunque ya hemos discutido este tema con cierto detalle, es importante que entendamos lo que esto significará para los cristianos. Veremos más opresión contra los creyentes de la que nunca hemos visto, incluso en países donde tal persecución no había ocurrido en el pasado. Por ejemplo, varios gobiernos han legalizado los comportamientos pecaminosos, y han comenzado a presionar o penalizar a los cristianos si no cumplen con las nuevas leyes correspondientes. Ese tipo de persecución será más frecuente.

Las ofensas

“Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán” (Mateo 24:10). ¿Por qué mucha gente deja sus iglesias? Una de las principales razones es porque de alguna manera fueron ofendidos. Muchos creyentes han pecado contra sus hermanos cristianos o han sido heridos por ellos. Aunque el daño sea real, Dios nos llama a perdonarlos y soltar nuestro resentimiento contra ellos.

Ofenderse y guardar rencor suele estar relacionado con inmadurez espiritual. Aquellos que son inmaduros a menudo se sienten rápidamente insultados. La gente puede ofenderse por asuntos muy pequeños. He visto como mucha gente abandona su fe en Cristo por una sola ofensa. ¡No quiero que usted cumpla esta profecía de los últimos tiempos convirtiéndose en uno de los “muchos [que] tropezarán,” o se ofenderán! Desarrolle madurez espiritual y no deje que la ofensa le robe su herencia como hijo de Dios cuando Cristo venga. Si alguien le ha hecho daño, éste es el momento de perdonarlo y soltar toda amargura.

El enfriamiento del amor

“Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12). Esta señal de los últimos tiempos está conectada con la señal de las ofensas. Conozco mucha gente que solía estar en fuego por Dios, le servían fielmente, pero ahora se han alejado del Señor.

Algunas de esas personas vieron tanto pecado, maldad y comportamiento hipócrita dentro de la iglesia que se rindieron y se fueron. Otros fueron traicionados o rechazados por otra persona, y como resultado, se desilusionaron y se amargaron. En ambas situaciones, el amor de los individuos por Dios y otras personas se enfrió. Abandonaron su relación con el Padre y comenzaron a vivir de acuerdo con los valores del mundo. El amor de otros se enfrió porque no supieron cultivar su relación con Dios o no tomaron tiempo para hacerlo. Nunca aprendieron a velar y orar. 

Si usted se está desviando de su fe, el Espíritu Santo le estará llamando a volver a Cristo, su “primer amor” (Apocalipsis 2:4). Ninguno de nosotros tiene excusa para dejar que el comportamiento negativo de los demás pueda influenciarnos, permitiendo que sus errores o malas acciones nos hagan abandonar nuestra entrega a Dios. ¡No se convierta en una estadística más! Regrese al Señor de todo corazón y deje que Su amor y presencia lo llene de nuevo.

El miedo

Jesús dijo que el corazón de las personas “[desfallecerá] por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas” (Lucas 21:26). En estos tiempos finales, la creciente presencia del lado oscuro de lo sobrenatural, o lo demoníaco, hará que en la tierra muchas personas teman. Hoy en día se están produciendo atrocidades que no se habían visto antes; la maldad se ha multiplicado a tal punto que muchas personas ya no sienten paz. 

La gente en todo el mundo está llena de miedo y pavor porque anticipan que ocurrirá un desastre, como consecuencia del calentamiento global y el cambio climático, las crisis económicas y las catástrofes, la escasez de agua o de alimentos, los actos terroristas, la violencia de los cárteles de la droga o cualquier otra cosa. 

Los temores de muchas personas están basados en los problemas reales que a diario enfrentan, aunque el miedo no es la mejor respuesta a los mismos. Sin embargo, la gente también está sufriendo de aprehensiones infundadas provenientes de espíritus malignos con el malévolo plan de hacerlos desmayar de miedo. Estas personas sufren confusión, pérdida de apetito, ataques de pánico, ansiedad, insomnio, tormento y otras enfermedades. Entonces, sus temibles reacciones ante estas amenazas imaginarias atraen aún más espíritus demoníacos.

Cualesquiera que sean las ansiedades a las que se enfrente, recuerde que Dios es más grande que todos nuestros miedos y que el miedo no viene de Él. “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7).

La predicación del evangelio en todo el mundo

“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14). Anteriormente, hablamos del evangelio siendo predicado a todo el mundo como la señal principal de la segunda venida de Jesús, la última señal que indica el fin de la era. Tampoco voy a dedicar mucho tiempo a este punto, porque ya lo hemos tratado ampliamente. Sólo añadiré que si usted forma parte del remanente que prepara el camino para la aparición de Cristo en gloria, debe participar en la evangelización mundial con un sentido de urgencia.

En nuestro devocional final, hablaremos de cómo prepararse personalmente para los últimos tiempos y la aparición de Jesús.