Jesús Y La Oración Muestra

Elecciones realizadas en oración 

En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles: Lucas 6:12-13

Ese pasaje nos relata la elección de los doce discípulos de Jesús. Antes de Jesús realizar esa importante tarea, él pasó la noche orando. Conversando con el Padre, se relacionando con Dios, a fin de no actuar por él mismo, pero conforme la voluntad del Padre.

¿Eso no es increíble?

Nosotros debemos aprender con Jesús. Podemos y tenemos libre acceso al Padre por medio de Cristo Jesús. Está escrito que Él nos abrió un nuevo y vivo camino, que podemos entrar en la sala del trono con confianza. Eso es extraordinario. No tenemos que depender de nosotros mismos. Podemos conversar con el Padre a fin de tener dirección y seguridad con relación a las elecciones que aparecen en nuestra vida durante nuestra trayectoria aquí en la tierra. Sean “grandes” elecciones o “pequeñas” elecciones del día a día, nosotros podemos y debemos orar. El Padre anhela ayudarnos y guiarnos en elecciones correctas. A final, la voluntad de él para nosotros es buena, perfecta y agradable. Por eso el apóstol Pablo oraba en favor de la iglesia para que ellos conocieran cual era la voluntad de Dios para ellos (Colosenses 1:9). Nosotros descubrimos esa voluntad a través de la oración. Claro que hay varias cosas que Dios ya nos dejó por escrito en su Palabra, por ejemplo: que debemos amar unos a los otros, perdonar unos a los otros, ser generosos, entre muchas otras cosas. No tenemos que pedir consejo y dirección de Dios para perdonarle a alguien, ya sabemos que esa es la voluntad de Él para nosotros. Pero por ejemplo, queremos salir de un lugar e ir a vivir en outro. Eso no está escrito en la Biblia, pero Dios desea nos direccionar y decir si esa elección está o no debajo de los planes de Él para nosotros.

No tenemos que tener miedo de Dios. Podemos, por medio de Cristo Jesús, orar en confianza. Cuando necesitamos de dirección, no dude en conversar con el Padre. Usted puede expresar su opinión libremente con Él, pero recuérdese siempre de mantener un corazón rendido al Padre. Dios sabe cuál es la mejor elección para nosotros.