Jesús Y La Oración Muestra

No hay disculpas para no orar

En seguida hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a Betsaida, en la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar; Marcos 6:45-46

Al leer el contexto de eses versículos, descubrimos que antes de Jesús despedir a la multitud e insistir con los discípulos para que ellos fuesen adelante de él rumbo a Betsaida, ocurrió la primera multiplicación de panes y pescados. Cuando leemos en los evangelios el relato de ese acontecimiento, podemos encontrar varias características. 

Jesús tenía planeado ir con sus discípulos para un lugar desierto a fin de descansar un poco. Pero la multitud le reconoció y fue atrás de ellos. Jesús tuvo compasión del pueblo y empezó a enseñarles muchas cosas. También les sanó a todos los enfermos. El día estaba llegando a su fin y los discípulos aconsejaran a Jesús a despedir la multitud para que pudiesen encontrar un lugar para comer, pues donde ellos estaban era desierto. Jesús no quería mandarle al pueblo a sus casas con hambre, entonces les dijo a los discípulos que les diera comida. Andrés le presentó a Jesús los cinco panes y los dos pescados, Él dio gracias y partió el pan y distribuyó a todos. La multiplicación fue tan extraordinaria que todos se quedaron satisfechos y todavía sobraron doce canastas llenas. 

Cuando la multitud terminó de comer, Jesús insistió con los discípulos que ellos fuesen delante de él en dirección a Betsaida, mientras él se quedaría despidiéndose del pueblo.

En otra traducción dice que Jesús dió priesa a sus discípulos para ir delante de él. Esa expresión dar priesa en el griego indica que Jesús pidió que ellos hicieran algo mismo siendo contra la voluntad de ellos. ¿Qué significa eso?

Jesús quería un tiempo de oración, un tiempo a solas con el Padre. Él no temió dar priesa a los discípulos para ir sin él. Él sabia que aquél milagro que tenía acabado de ser realizado seria motivo de mucha conversa y que los discípulos no deseaban estar lejos de él en ese momento. Pero la prioridad de Jesús en aquél instante era orar, tener un tiempo solito con el Padre. Aún que para eso él tuviese que dar priesa a los discípulos a ir sin él, mismo que ellos no quisiesen. 

Me quedo impactada con el posicionamiento de Jesús. Él sabia exactamente que necesitaba y cual era su prioridad en aquel momento. No tuvo problema alguno en pedir a los discípulos para hacer algo que ellos no tenían ganas de hacer. Todo eso para que Jesús pudiese estar solito para ir a orar.

Es exactamente eso que vemos en los versículos de Marcos 6:45-46. Jesús despidió la multitud y fue al monte a orar.