Jesús Y La Oración Muestra

La oración como prioridad

Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Marcos 1:35

Al leer el contexto de ese versículo, descubrimos que Jesús tuvo un día bien lleno. Era un sábado y él había ido a la sinagoga de Cafarnaúm. Durante el tiempo que estuvo allí, él enseñó y expulsó demonios. Después salió y fue para la casa de Simón Pedro, donde sanó a la suegra de Pedro que tenía fiebre. Al anochecer el pueblo de la ciudad llevó a los enfermos y endemoniados hasta Jesús y él le sanó a muchas personas y expulsó a muchos demonios. Después de un día bien ocupado, Jesús fue a descansar. Pero en el versículo 35 está escrito que aún de madrugada, antes del nacer del sol, Jesús se levantó y salió para orar. ¡Guau!

Jesús realmente tenía la oración como prioridad. Antes que todos despertasen y fuesen buscarlo nuevamente, él se levantó y se retiró para orar. 

Al continuar la lectura de ese texto, descubrimos que las personas al percibir que Jesús ya no estaba en la casa de Pedro, fueran a buscarlo. Jesús tuvo otro día bien ocupado. Pero él eligió iniciar su día de la mejor manera posible, en intimidad con el Padre a través de la oración. El cansancio no le detuvo.