La armadura de DiosMuestra

“El día malo” le sucede a personas buenas

La armaduras espiritual es nuestro código de vestimenta real para ayudarnos a estar firmes en el "día malo". Un día malo puede sucederle a cualquiera, incluso a personas buenas. Un día malo puede llegarle a personas justas. Puede comenzar con todo lo que puede salir mal sucediendo. Es posible que te sientas abrumado. En esos momentos debes recordar que las cosas que pasan a tu alrededor son más espirituales de lo que te das cuentas. Algunas veces puede parecer que no tienes la fuerza para pelear, pero lo que necesitas hacer es pararte firme.

¡Solo párate firme!

Recuerda, si te pones toda la armadura de Dios, solo será "un día" malo para ti, no muchos días malos. Esta es una promesa. Un día malo terminará y a la mañana siguiente Dios renueva Sus misericordias.

El diablo podrá susurrar: “Este día no terminará; continuará. Eres un fracaso, un completo perdedor, nunca nada funcionará en tu vida". Yo normalmente respondo diciendo: “¡Eres un mentiroso! Esto es un truco; usar el día malo para convertirme en una mala persona, pero tú has sido vencido en la cruz. Aun en este día, me mantendré firme en mi posición y soportaré tu oposición". No te imaginas cuántas veces, a la mañana siguiente, encontré todo nuevo y diferente. El día malo había terminado. ¡Punto!

Dios no nos dio la armadura espiritual para ayudarnos a evitar el día malo sino para ayudarnos a evitar convertirnos en personas malas debido a los días malos de nuestra vida. La armadura espiritual que Dios nos da es para que el día malo no se convierta en una semana mala o un mes malo o un año malo o incluso una vida mala.

La estrategía del diablo es usar el día malo para convertirnos en personas malas. Pero Dios nos da una solución: Su Armadura. La armadura de Dios no nos evita los días malos, pero nos protege de convertirnos en malas personas. Esto limitará cuánto un día malo persiste. Cuando el día malo venga, no tengas miedo.

Ponte tus vestiduras reales.

Por fe mantente firme en tu posición de victoria.

Confieza tu salvacion; elimina la condenación.

Proclama la justicia de Jesús sobre ti aun cuando no sientas que eres justo.

Proclama la verdad de la Palabra de Dios aun cuando eventos lo contradigan.

Declara la paz que sobrepasa todo entendimiento cuando te sientas ansioso o confundido.

Habla la Palabra de Dios, no lo que sientas.

Quedarás asombrado de cómo esta actitud puede cambiar el clima espiritual de tu día malo. El enemigo retrocederá. Recuperarás el terreno del enemigo.