Haz Algo - BachilleratoMuestra

 No es difícil fingir. Fingimos que estudiamos mucho para el examen, cuando apenas abrimos un libro. Podemos fingir que corrimos muy rápido en el gimnasio, cuando en realidad, apenas sudamos. Podemos decirnos todo tipo de cosas, tal vez incluso convencernos de que algo es verdad; cuando la realidad es, que todo es una gran actuación. Este versículo que el apóstol Pablo escribió a la iglesia en Roma nos dice que dejemos de fingir. Porque PODEMOS fingir amar a los demás. Y tal vez incluso hacer que parezca genuino. Pero Pablo sabe que el amor no se trata solo de cómo se ve por fuera. Se trata de lo que permitimos que nos haga a nosotros mismos internamente. Podemos fingir nuestro camino a través de la fe. O realmente podemos ir tras las cosas buenas. Sé el tipo de persona en la que lo que la gente ve por fuera coincide con lo que somos por dentro. No es necesario fingir. Hoy, si finges que te preocupas, amas o sirves, tómate un minuto y haz que tu corazón se alinee con tus acciones. No finjas amar a los demás, como dice Pablo. Sino, ámalos de verdad.