La Dirección de DiosMuestra

Confía en Su Dirección

Cada vez que clamamos a Dios por su dirección, él nos responde en hacer lo que él sabe que es mejor para nosotros. Dios habla a tu corazón y te muestra el camino correcto, sin embargo con frecuencia, vienen a nuestra mente pensamientos que nos hacen razonar o encontrar una justificación de esa dirección. Nuestro razonamiento humano e incluso nuestra voluntad comienza a dudar o interferir entre lo que Dios ha dicho que debemos hacer, creemos que eso no es lo correcto, que Dios no me puede llevar a renunciar a algo a lo cual me aferro  ¿Acaso Dios podría guiarte a un mal camino o a tomar una decisión que dañaría tu vida o la de otras personas? Las instrucciones de Dios, no siempre las entenderemos, pero siempre debemos obedecerlas. 

Es fácil seguir un camino cuando vemos el objetivo o la meta a la vista, estamos al tanto de todo y controlamos todo para llegar a ese destino. Pero ¿Qué hacer cuando no puedes ver el destino al que te diriges? ¿Qué hacer cuando no puedes controlar la situación en ese camino? Muchas veces nos acostumbramos querer a entender todo o controlar lo que sucede, pero en el camino de Dios, debes recordar que es él quién dirige nuestros pasos. Debemos aprender a confiar en Su dirección aunque nosotros no podamos ver el destino.

Puede que el camino sea difícil pero si Dios te dirige, él te sostendrá por todo el camino hasta llegar a la meta. Los Israelitas tenían una Tierra Prometida, pero antes de ellos tuvieron que cruzar mares, ríos y el inmenso desierto, pero esa era la dirección de Dios para llevarlos a la tierra donde la leche y la miel fluía. Quiero que entiendas, que mientras Dios te dirige, no importa cuán difícil sea el camino, él te sostendrá. Es difícil imaginar que después de tanto desierto encontrarían un paraíso, pero esa fue la dirección de Dios, enfrentaron obstáculos, pero nada los detuvo, no les faltó nada pues Dios les respaldaba. 

Aunque no tengas tu promesa a la vista ¡Sigue caminando! No te detengas, sigue en la dirección que Dios te dio, no importa qué enfrentes puedes tener la certeza que Dios te sostendrá, te dará la victoria y honrará tu obediencia de seguir sus instrucciones, porque una buena dirección te llevará a un buen destino. Aunque no lo entiendas, Dios sabe lo que hace y te dirige por el mejor camino, sigue obedeciendo y tendrás tu recompensa. 

Dios te agradezco porque sé tus instrucciones son para llevarme por buen camino. Ayúdame a confiar con todo mi corazón en tu dirección, aún cuando no lo entienda quiero obedecerte porque sé que tú tienes la dirección correcta para mi vida. Gracias porque no importa si el camino es difícil, sé que tú me sostendrás, nada me faltará, nada me podrá hacer frente porque tú estás conmigo y voy en el camino correcto. Ayúdame a obedecerte y confiar en tu dirección, hazme saber que tú estás conmigo, guíame. En Nombre de Jesús, ¡Amén!