La Dirección de DiosMuestra

Yo te Necesito



Para encontrar la dirección de Dios necesitamos despojarnos de toda arrogancia y orgullo que pueda existir en nuestro corazón. Estas palabras que quizá puedan ser sencillas pero tienen un gran impacto: Dios, yo te necesito producen un gran cambio en el corazón del ser humano, reconocer que nuestra dependencia es él nos hará entender que si nuestra confianza y seguridad está en él, él tiene cuidado de ti. 


Muchas veces las situaciones a nuestro alrededor son difíciles y sentimos que ya no hay nada más que hacer, que tocamos fondo pero gracias a Dios que cuando clamamos aún con lo último de fuerza que nos queda, que le necesitamos, Dios viene a nuestro encuentro. No esperes encontrarte en una situación difícil para reconocer que necesitas la intervención de Dios en tu vida. Necesitamos humillarnos delante de Dios y veremos como él se manifiesta en nuestra vida.  

Humildad significa reconocer que necesito la dirección de Dios en todo lo que hago, no confiar en mis fuerzas, en mi conocimiento o en mis habilidades, sino en la gracia que Dios nos da para cumplir Su perfecto plan. 

Cuando reconocemos que le necesitamos, nos estamos negando a nosotros mismos, nuestra voluntad, nuestros deseos, nuestros planes; en realidad no es renunciar a todo lo que un día soñaste o deseaste, sino aprender que lo que Dios ha preparado para ti es lo mejor y que Dios pondrá todas aquellas cosas y personas que son necesarias para cumplir Su propósito; él cumplirá los deseos que estén de acuerdo con Su voluntad, y por supuesto, quitará todas aquellas que te separarían de Su propósito.

Reconocer que le necesitamos es un acto de humildad, reconocemos nuestra fragilidad, nuestra debilidad; pero hay algo maravilloso que nos dice Su palabra, porque cuando somos débiles Su poder se perfecciona en nosotros. ¡Su gracia es suficiente! Así que no te desanimes cuando sientas que no puedes, no desmayes porque Dios está contigo, él es quien te sostiene y te da la fuerza para seguir. Dile que le necesitas porque él responderá. 

Dios hoy reconozco que te necesito, me acerco con un corazón sencillo y humilde delante de ti, reconozco que en mis propias fuerzas no puedo y que necesito de ti. Sé que tu plan para mi vida es perfecto, te pido que mis deseos y mis planes se vuelvan uno con los tuyos para así anhelar todo lo que está en tu voluntad; aparta de mí todo aquello y todas aquellas personas que me podrían separar de tu propósito. Dame la fuerza para seguir adelante, entender tus caminos y seguir tu dirección. En Nombre de Jesús, ¡Amén!