La Dirección de DiosMuestra

¿A dónde podremos ir?

¿Cuántas veces nos hemos preguntado si algo es de Dios o no lo es? Seguramente muchas veces. Es asombroso saber que Dios es nuestro Padre y nosotros sus hijos, él quiere como Padre quiere lo mejor tu vida que eres su hijo y su consejo está más que seguro si nos acercamos confiadamente a pedir su dirección.

Una definición de la palabra dirección es: orientación o dirección que se dan para completar una tarea o llegar a un rumbo, de manera exitosa. Seguramente que Dios quiere te vaya bien y que tengas éxito en todo lo que hagas, pero para ello debemos seguir los principios e instrucciones que nos ha dejado en su palabra, su dirección para llevarnos a puerto seguro. Quizá nos encontremos en momentos que no sabemos qué hacer ante determinada situación, pero sí sabemos a dónde podemos ir: al Padre. 

En nuestros momentos difíciles necesitamos una guía para salir de ello sin perecer en el intento, las personas podrían decirte según su propia sabiduría qué es lo que consideran que tú debes hacer pero quiero decirte que el mejor consejo que tú puedes recibir es aquel que viene de Dios, solo él tiene las palabras y la dirección que debemos seguir.  

Quiero que te preguntes: ¿Estoy siguiendo la dirección de Dios en este momento? ¿He consultado a Dios con lo que estoy haciendo? Muchas veces nos encontramos en dificultades por no haber tomado en cuenta a Dios y en otros casos, por no seguir su dirección. Pero gracias a Dios por su misericordia que nos permite volver al camino y hacer las cosas bien. Hemos comenzado con el deseo de seguir su dirección y es mi deseo que Dios te ilumine y te muestre el camino que debes seguir.  

Dios te agradezco por tu obra en mi vida, hoy me acerco confiadamente al trono de tu gracia, eres mi Padre y yo soy tu hijo, reconozco que te necesito en mi vida y en mi diario caminar, necesito tu consejo, necesito tu dirección, necesito que me guíes para cumplir tus planes y lo que has preparado para mi vida. Me arrepiento si no he hecho lo que a ti te agrada, si he tomado decisiones sin tu aprobación, te necesito. Ven a mi encuentro y muéstrame tu camino, en nombre de Jesús. ¡Amén!